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Sólo el gobierno garantizó sus finanzas

Aumentaron energéticos y se olvidó proteger a hogares, señala estudio en San Lázaro
 
Periódico La Jornada
Sábado 11 de febrero de 2017, p. 7

Un estudio de los Servicios de Investigación y Análisis de la Cámara de Diputados refiere que si bien el gobierno federal garantizó la estabilidad de sus finanzas con la liberalización del precio de las gasolinas, el proceso llega bajo una coyuntura desfavorable para las familias mexicanas y no se previeron acciones ni políticas que ayudaran a la población a contener el impacto económico.

Así, el análisis comparativo de los sistemas de determinación de los precios de las gasolinas y el diésel muestra que el consumidor estadunidense, por tener un mecanismo flexible, altamente elástico a los cambios en el precio de los hidrocarburos, se beneficia de periodos de abaratamiento, particularmente, cuando el costo de esa materia prima desciende.

Por el contrario, en México, dado el sistema rígido y administrado por el gobierno federal, los precios de estos petrolíferos generalmente se encarecen o se congelan, porque son inelásticos a la evolución del mercado de los hidrocarburos.

Ahora que la liberación implica la flexibilización de los precios, éstos se moverán en función del comportamiento de los precios internacionales de los hidrocarburos y del tipo de cambio, si no existe intervención gubernamental éstos pueden variar diariamente y en función directa de los cambios de ambas variables.

De tal forma el gobierno federal garantizó la estabilidad de sus finanzas, para que la liberación no se tradujera en escenarios de crisis recaudatoria, reformó el régimen fiscal de estos petrolíferos, derogando la tasa del impuesto para sustituirlo por una cuota fija del IEPS.

Por el contrario, no se aplicó ninguna medida preventiva para proteger los ingresos de los hogares. En julio de 2014 inició la caída de los precios de los hidrocarburos; ese era el momento para iniciar una reducción de los precios de estos petrolíferos para prevenir cualquier eventualidad generada por la liberalización; sin embargo, continuó su incremento, para compensar los menores ingresos que generó la caída de los precios de la mezcla mexicana de petróleo de ­exportación.

La liberalización llega bajo una coyuntura desfavorable para las familias mexicanas: por un lado, el incremento de los precios de los hidrocarburos, por otro, la drástica devaluación del tipo de cambio.

Se observó que cuando los precios de los hidrocarburos son bajos, la mayor fuente de recaudación que estabiliza los ingresos petroleros del gobierno federal provienen del mercado interno vía la mayor captación de ingresos tributarios por la recaudación positiva del IEPS que recaen sobre las gasolinas y el diésel; simultáneamente la hacienda pública federal reduce sus ingresos públicos vía el mercado externo, a través de la exportación de la mezcla mexicana de petróleo que se vende en el exterior a precios bajos.