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Promete regresar la unidad al partido tras obtener clara victoria sobre Íñigo Errejón

Pablo Iglesias gana votación y se mantiene como secretario general de Podemos
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Pablo Iglesias fue ratificado ayer como secretario general del partido emergente español Podemos durante el segundo congreso de Vistalegre, del cual salió fortalecido tras ganar de manera contundente sobre su rival Íñigo Errejón (en imagen de la derecha)Foto Afp
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 13 de febrero de 2017, p. 25

Madrid.

Pablo Iglesias, secretario general de la formación emergente Podemos, aceptó este domingo el mandato de las bases del partido para continuar en el cargo y prometió que trabajará por alcanzar la unidad, que se rompió hace unos meses por una dura pugna entre la cúpula.

Iglesias salió fortalecido con un triunfo claro sobre su rival y hasta ahora secretario político, Íñigo Errejón, en el segundo congreso de Vistalegre. Prometió unidad y humildad para que las personas y los pueblos recuperen la soberanía, luchar por el derecho a decidir y defender los derechos humanos frente al fascismo que llega a Europa. Insistió en su idea de llevar a cabo un proceso constituyente en España para refundar las instituciones públicas, apelando de nuevo a un movimiento social que tenga como punto de partida a la clase obrera.

Con un nuevo Consejo Ciudadano, Iglesias ofreció crear un partido más coral, fraternal, feminista y unido, tras reconocer que una de las críticas más reiteradas en los últimos meses era precisamente que Podemos había elegido un modelo de decisión muy vertical, que otorgaba poderes plenipotenciarios a su secretario general, mismos que mantiene vigentes hasta la fecha.

El ex profesor universitario logró la relección como secretario general con 89 por ciento de votos. En la composición del Consejo Ciudadano, Iglesias alcanzó 60 por ciento, con lo que tendrá mayoría representativa con 37 asientos en el máximo órgano de decisión de la formación política frente a los 23 que logró el grupo de Errejón y los dos del grupo de los anticapitalistas.

Iglesias había condicionado su continuidad en el liderazgo de Podemos –fundado en enero de 2014– a que obtuviera una mayoría en el Consejo y se aprobaran sus documentos políticos, al menos cuatro de los que presentó en la Asamblea: el político, el organizativo, el ético y el de igualdad. El secretario general logró ganar en los cuatro casos, por mayoría simple, al superar por escaso margen el 50 por ciento, lo que le permite controlar el partido a su antojo y desarrollar la estrategia que tenía prevista para los próximos años.

Iglesias se había distanciado de Errejón sobre todo por las profundas diferencias políticas que tienen. La apuesta del líder de Podemos era tejer alianzas con formaciones de izquierda clásicas como Izquierda Unida y el Partido Comunista de España, al tiempo que iniciaba una estrategia de movilización ciudadana con el objetivo de llevar a cabo una revolución de la clase obrera con la que aspira a llegar al poder. Mientras Errejón pretendía fortalecer la labor institucional con más trabajo y más voluntad de acuerdos en el Congreso de los Diputados, que es donde finalmente se aprueban las leyes y los planes que afectan de forma directa a la ciudadanía.

Errejón reclamó la pluralidad que resultó elegida en las urnas, quizá consciente de que a partir del lunes podrían comenzar las purgas en la dirección y que a él mismo lo pueden desalojar de la secretaría política y de su cargo de vocero del grupo parlamentario, dos funciones que le dan gran proyección pública y mediática. El secretario político apuntó que el consejo ciudadano decidirá el futuro de algunos de nosotros; hay un mandato de pluralidad y unidad, y le corresponde a la dirección decidir dónde estaremos los compañeros. Estaré allí dónde se considere que soy más útil para el proyecto.

Miguel Urbán, líder del grupo Anticapitalistas, que sólo logró dos sillones en el Consejo Ciudadano, pero que tiene mucha influencia en una parte de la militancia del partido, señaló que no hay enemigos internos en Podemos; nuestros enemigos están fuera y son poderosos, pero salen con miedo tras nuestra asamblea, así que es el momento de la desobediencia. No nos vamos a moderar ante los recortes, hay que ser útiles en las instituciones, pero estar en las calles.

El proyecto de Podemos es ahora más que nunca el del ex profesor universitario Pablo Iglesias. ¡El viento del cambio sigue soplando!, gritó el politólogo de 38 años al celebrar su victoria en el cónclave celebrado en Madrid, donde unos 8 mil asistentes le respondieron con un sí se puede.