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El creador escénico será sepultado en el panteón Jardín, dijo Teresa Calderón, su viuda

Murió José Solé; la Secretaría de Cultura anuncia homenaje nacional

El maestro se merece un reconocimiento de esas dimensiones por todo lo que aportó al teatro nacional, explica María Cristina García Cepeda, titular de la dependencia federal

Fue un hombre de teatro integral y espléndido, con singular sentido del humor, expresa Luisa Huertas

Foto
Teresa Calderón, viuda de José Solé, Guillermina Solé Peñaloza y Enrique Singer (fila de la izquierda) y María Cristina García Cepeda, Lidia Camacho y Antonio Crestani, ayer, en la primera guardia que se montó junto al féretro del reconocido creador escénicoFoto Carlos Ramos Mamahua
 
Periódico La Jornada
Viernes 17 de febrero de 2017, p. 2

El reconocido creador escénico José Sole (Ciudad de México, 1929) falleció en la noche del miércoles de un infarto.

A Solé se le rendirá un homenaje nacional el 27 de marzo, fecha en la que se celebra el Día Mundial del Teatro, anunció María Cristina García Cepeda, titular de la Secretaría de Cultura federal.

La funcionaria explicó que la familia aceptó que se efectúe un gran tributo a Solé en esa efeméride. El maestro se merece un homenaje de esas dimensiones, por su destacada trayectoria y por todo lo que aportó al teatro del país.

Próximamente se anunciará el programa de actividades del reconocimiento, en las que participarán varios creadores escénicos. Como parte de ese homenaje se pondrá un moño negro, así como una fotografía y una semblanza de José Solé, en los teatros del Instituto Nacional de Bellas Artes.

José Solé fue velado ayer en la funeraria Gayosso de Félix Cuevas y hoy será sepultado en el panteón Jardín de esta capital, indicó Teresa Calderón, viuda del artista.

Hacer teatro es como torear

Decano de los directores teatrales de nuestro país, actor, escenógrafo, diseñador de vestuario, director de televisión y promotor cultural, Solé solía decir: El teatro es como el toreo; hay que saber torear todos los toros, es decir, si el toro es teatro comercial, hay que hacerlo comercial, si se trata de una obra clásica, hay que darle todo el clasicismo; si es de tesis, darle toda la profundidad de una tesis. Lo que quiero decir es que, como en los toros, hay que torear el que salga.

En su vida pública se distinguió por su caballerosidad y humor. Entre sus trabajos e intereses estaba poner en escena el teatro mexicano y adaptar el teatro clásico universal.

Exploró varios géneros teatrales, desde el infantil hasta comedia musical, ópera, teatro clásico y contemporáneo, tragedia griega y el Siglo de Oro español. Además, gracias a sus esfuerzos se crearon instituciones culturales como la Compañía Nacional de Teatro y el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Teatral Rodolfo Usigli (Citru).

Como una especie de neurótico, pero educado, para que no se me note, definía Solé con humor; recibió la medalla Bellas Artes en 2008, año en que también fue reconocido por su amplia y versátil trayectoria con el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de bellas artes.

José Solé nació y vivió en Mixcoac, entonces pueblo de la periferia de la Ciudad de México, donde además de los juegos tradicionales jugaba a hacer teatro de títeres, ofreciendo funciones para sus hermanas y amigas, lúdica actividad infantil que fue determinante para su vocación.

Aunque iba para médico, desde la secundaria hasta la fecha nunca he dejado el teatro y sí la otra carrera: un drama en la familia, decía.

Al maestro le tocó transitar por dos épocas. En sus primeras obras como actor, se hacía un teatro todavía de concha y con apuntador. Luego vendría el teatro en el que se deben memorizar los textos. En una entrevista con La Jornada, recordó con humor que “al principio de aquel cambio algunos críticos decían: ‘Con tan buena memoria mejor deberían (ciertos actores) estudiar una carrera más redituable’”.

Entre las obras que dirigió están Moctezuma II, de Sergio Magaña; La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca; La Orestiada, de Esquilo; Las troyanas, de Eurípides; El avaro, de Molière; El alcalde de Zalamea, de Calderón de la Barca, y Otelo y Sueño de una noche de verano, de Shakespeare.

En su libro El teatro de autor de José Solé, publicado por Escenología, escrito a partir de más de 80 horas de entrevistas con el investigador Édgar Ceballos, se puede conocer más de su larga vida y fructífera trayectoria.

Sabio, incorregible y tenaz

Un hombre integral de teatro, con un divertido y fino sentido del humor, sabio, incorregible y tenaz, es como describen algunos integrantes de la comunidad teatral a José Solé.

Luis de Tavira (director de escena): el maestro José Solé es sin duda una de las figuras más pródigas y fecundas del teatro mexicano de los recientes 50 años. Una figura llena de realización y creación de muchos y muy importantes espectáculos. Fue protagonista central de los momentos más brillantes de esos años, como la época de oro de los teatros del Instituto Mexicano del Seguro Social y el memorable montaje de Las troyanas. Después su gestión como director de la Escuela de Teatro de Bellas Artes, en los difíciles días de 1968, actividad que incluso ocasionó que fuera detenido y llevado a los separos de la policía. Luego, con Luis Jimeno, la fundación decisiva de la Compañía Nacional de Teatro, la cual finalmente existe de manera formal a partir de un decreto presidencial, y a Solé le tocó articular esa forma de producción paradigmática que es el teatro de repertorio.

Germán Castillo (director de teatro): partió uno de los hombres más importantes y dueño del oficio teatral, en todos los aspectos. Era un hombre de teatro integral que entendía muy bien el espacio escénico, el diseño escenográfico, de vestuario e iluminación, la dirección de actores y la puesta en escena, desde el teatro comercial, industrial, en el que se movía con gran solvencia, hasta el teatro de autor y de creación más artística. Asimismo, era un hombre que gozaba de la vida, coincidíamos mucho hablando de mujeres, de vino y comida. Nuestras últimas reuniones eran para comer y beber bien y hablar mal de las mujeres. Lo extrañaremos.

Luisa Huertas (actriz y docente): supe muchos chismes de su juventud, de sus inicios, porque junto con Miguel Córcega y Carlos Ancira formaron un entrañable grupo de amigos. Eran terribles de muy jóvenes. Novieros, enamorados, teatreros. Eran unos calaveras adorables. Solé trabajó con las hermanas Blanch, con todas las compañías importantes de aquel entonces. Junto con Retes y Julio Prieto construyó esa maravillosa red de teatro del IMSS; él puso en escena a los grandes clásicos. Él mismo diseñaba vestuario, escenografía, más la dirección, por supuesto. Cada año iba al extranjero a dirigir una ópera. Cuando fue director de la escuela de teatro de Bellas Artes, con él se tuvo realmente el mejor programa de estudios que yo conozca; teníamos 13 materias, que incluían sociología, sicología, un amplio seminario de teatro mexicano. Solé llamó a los mejores maestros del país. En 1968 fue detenido en la escuela, junto con un grupo de alumnos. Él y el maestro Héctor Mendoza eran nuestros representantes en el Consejo Nacional de Huelga, lo que tuvo como resultado que lo despidieran. Lo maravilloso de José Solé es que fue un hombre de teatro integral y espléndido, con un singular sentido del humor.

Enrique Singer (director de la Compañía Nacional de Teatro): con Solé se reúnen dos penas, el dolor personal, ya que era un caballero, con un sentido del humor muy irónico y fino; y el dolor profesional, ya que con él se va toda una época, un gran maestro con una vitalidad más que admirable, increíble. Hace una semana todavía estábamos platicando para impulsar un proyecto con la Compañía Nacional de Teatro bajo su dirección. Se va un ejemplo para todos, un sabio del teatro, que conocía y reconocía todos sus recovecos. No hay nadie así actualmente. Conocía de la dramaturgia mexicana y universal, sabía cómo iba a reaccionar el público.