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Niega permiso de impacto ambiental a concesionaria; el plan incluye tala de mil 663 árboles

Frena Semarnat construcción del viaducto La Raza-Santa Clara

La dependencia resuelve que la empresa nunca demostró que no habría impacto ecológico por el cambio de uso de suelo en áreas verdes

Tampoco cómo mejorará movilidad y calidad del aire

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Semarnat advirtió a la concesionaria del viaducto elevado que puede interponer un recurso de revisión para edificar la víaFoto Guillermo Sologuren
 
Periódico La Jornada
Sábado 18 de febrero de 2017, p. 27

La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) negó ayer a la concesionaria del proyecto Viaducto La Raza-Indios Verdes-Santa Clara la autorización de impacto ambiental, ya que presentó información que no da certeza de que el desarrollo e instalación del proyecto no causará impactos graves al entorno.

En la resolución de 76 cuartillas, dirigida a los representantes legales de la empresa Viaducto-Indios Verdes SA de CV, con fecha de 25 de enero de 2017, la Semarnat desglosó cada uno de los puntos analizados y las observaciones hechas en cada caso.

De entrada, remarcó que aunque para la realización de este proyecto se requeriría talar mil 663 árboles en la Ciudad y el estado de México, lo que generará un gran volumen de residuos de vegetación, la concesionaria no estableció los impactos ambientales que ocasionaría el cambio de uso de suelo de áreas forestales.

Tampoco presentó el análisis técnico que compruebe que cumplirá con lo que marca la ley, toda vez que el trazo del viaducto pretende pasar por la sierra de Guadalupe y el parque nacional El Tepeyac, en los cuales plantea remover árboles para la cimentación de pilotes y columnas, que generarían impactos ambientales acumulativos y residuales.

Asimismo, no toma en cuenta que la zona está compuesta por dos tipos de suelo: lacustre de transición y de lomerío, así como tres áreas de inestabilidad.El promovente no presentó estudios con evidencia de que el proyecto no contribuiría al hundimiento de las zonas de inestabilidad, ni de sismicidad para demostrar que el diseño estructural resistirá ante la ocurrencia de un terremoto.

Sobre la movilidad, señaló que no se establece cómo mejorará ésta y la calidad del aire en ambas entidades por la saturación de los contaminantes provenientes de los automóviles que circularán por esa zona.

En las observaciones se puntualiza que la empresa no presentó estudios en los que se evidencia que una vez puesto en marcha el viaducto elevado la movilidad no sería rebasada en las avenidas aledañas al mismo y el beneficio a otros modos de transporte, como el de carga, urbano y metropolitano de pasajeros.

Con base en esto la dependencia federal remarca que se observa que la MIA-R presenta deficiencias en la información; por lo que los cuestionamientos de la consulta pública no fueron atendidos por el promovente, y por lo tanto, no se tiene la certeza de que el desarrollo e instalación del proyecto no causará impactos graves al ambiente.

Desde mediados de 2016, los gobiernos de la Ciudad de México y de la delegación Gustavo A. Madero, así como vecinos de más de 200 colonias se han manifestado en contra del viaducto elevado La Raza-Santa Clara.

A finales del año pasado se instaló un campamento en el camellón de la avenida Insurgentes Norte, junto a las estaciones del Metrobús y Metro Potrero en donde se da información sobre los avances de este proyecto y los vecinos definen las estrategias de defensa.

La Semarnat advirtió que esta obra no puede realizarse hasta obtener la debida autorización en materia de impacto ambiental. Agregó que la concesionaria que puede interponer un recurso de revisión en un plazo no mayor a 15 días hábiles.