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Disminuye el consumo y aumenta la incertidumbre entre empresarios y consumidores

Entra la economía en proceso de desaceleración, reporta el Inegi

La actividad industrial cerró 2016 con variación de cero por ciento y la de servicios bajó

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Cotización del dólar el lunes en una casa de cambios en la Ciudad de MéxicoFoto Cuartoscuro
 
Periódico La Jornada
Jueves 23 de febrero de 2017, p. 23

La economía mexicana entró de lleno en un proceso de desaceleración, marcado por una disminución del consumo y el aumento de la incertidumbre entre empresarios y consumidores. En 2016, el producto interno bruto (PIB) tuvo un crecimiento de 2.3 por ciento, menor al de 2.6 por ciento registrado en 2015, reportó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El sector agrícola es, por ahora, el más dinámico, aunque su baja aportación al PIB, dado que representa poco menos de 4 por ciento del total de la economía, no logra mejorar el desempeño del conjunto. En tanto, la actividad industrial cerró 2016 estancada, con una variación de 0.0 por ciento en su actividad, mientras la dinámica en los servicios disminuyó respecto del ejercicio previo.

En particular durante el cuarto trimestre, el crecimiento fue de 2.4 por ciento, comparado con el mismo periodo de 2015, reportó el Inegi.

Con el resultado de 2016, la economía mexicana ha crecido 2.1 por ciento en promedio anual durante los cuatro primeros años de la gestión del presidente Enrique Peña Nieto, similar a la registrada en las pasadas tres décadas. Resulta mayor a la del periodo comparable de la administración del ex presidente Felipe Calderón, que fue de 1.22 por ciento, aunque ese promedio está afectado por la contracción de 4.7 por ciento registrada en 2009, como consecuencia de la crisis financiera que inició en Estados Unidos.

El año pasado el desempeño de la economía estuvo marcado por el crecimiento de la agricultura y los servicios y el estancamiento de la industria, afectada por el desplome de la actividad minera y, en particular, la relacionada con el petróleo, mostraron los datos del Inegi.

Las actividades primarias –agricultura, silvicultura y pesca– crecieron el año pasado a una tasa anual de 4.1 por ciento, casi el triple de 1.5 por ciento de avance registrado en 2015.

El sector industrial, que contribuye con un tercio del valor de la economía, cerró el año estancado. Cero por ciento de crecimiento, mientras que en 2015 avanzó a una tasa de uno por ciento, de acuerdo con los datos del organismo.

La minería petrolera se contrajo el año pasado 5.9 por ciento y acumuló 10 trimestres consecutivos con variación negativa, lo que constituye una recesión –se considera esa condición después de tres trimestres de contracción– en toda regla.

En tanto, la construcción avanzó el año pasado 1.8 por ciento, debajo de 2.5 por ciento de crecimiento anual de 2015, reportó el Inegi. Mientras, la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y gas creció el último año 3.3 por ciento, un punto porcentual más que en 2015.

El sector de los servicios, que aporta prácticamente dos tercios de la economía, cerró 2015 con avance de 3.4 por ciento, reducción marginal respecto de 3.5 por ciento de 2015. El comercio creció 2.4 (frente a 4.7 por ciento de 2015); transportes desaceleró de 4.3 a 2.8 por ciento entre 2015 y 2016, respectivamente; los servicios financieros fueron más dinámicos, al crecer 7.7 por ciento, mayor a 4.7 por ciento de 2015, añadió.

Al interior de los servicios, la actividad más dinámica fue la de información en medios masivos, con un crecimiento el año pasado de 10.1 por ciento, superior a 7.8 por ciento de 2015.

Fuerte deterioro

El desempeño de la economía en 2016 muestra ya una desaceleración respecto de 2015. La previsión de los expertos es que la tendencia se haga más evidente este año.

Para el primer trimestre del presente año esperamos que el dinamismo esté determinado por la incertidumbre en torno al impacto de las políticas de Donald Trump sobre la economía mexicana, opinó Alejandro Cervantes, analista de Banorte.

El primer impacto sobre el crecimiento, consideró, vendrá en la primera mitad de 2017 y el canal de transmisión será un fuerte deterioro de los niveles de confianza empresarial y del consumidor. Sin embargo, es probable que la percepción negativa de la presidencia de Donald Trump se desvanezca poco a poco en la medida en que se tenga más claridad sobre las limitantes de las políticas planteadas, y los niveles de confianza empiecen a repuntar hacia el segundo semestre.

Banorte espera que en 2017 la economía crezca 1.1 por ciento. El martes, Bancomer redujo de 1.5 a uno por ciento su previsión para este año.

La recuperación de la economía podría continuar apoyada parcialmente por el gasto federal y local ante el periodo electoral, consideró Cervantes.