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Escuelas y bloques lanzarán críticas al poder y a la agroindustria

De Trump, Temer y migrantes: el carnaval de Río de Janeiro se politiza
 
Periódico La Jornada
Viernes 24 de febrero de 2017, p. a10

Río de Janeiro.

No todo es fiesta en el carnaval de Río de Janeiro. O sí, pero sin perder el espíritu crítico. Tanto grandes escuelas de samba como blocos de calle aprovecharán la ocasión para lanzar sus dardos contra los múltiples problemas de un Brasil en crisis.

En el Sambódromo, símbolo de la gran fiesta carioca, la escola Sao Clemente desfilará ante 70 mil personas evocando un tiempo lejano, la Francia de Luis XIV, para plantear un tema demasiado familiar, la corrupción. Entre las pelucas y los bucólicos jardines del Rey Sol, el enredo evocará la historia de su ministro del Tesoro, Nicolás Fouquet, que se llenó los bolsillos de dinero público para construirse el majestuoso palacio de Vaux-le-Vicomte.

Es una fábula, un tema divertido, porque es oportuno, porque esta cosa de tanto robo es algo bien antiguo y conocido, dice la directora artística de esta escuela, la multipremiada carnavalesca Rosa Magalhaes, que dirigió la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Río. Sao Clemente tituló irónicamente la samba que cantará como Onisuaquimalipanse, del francés Honni soit qui mal y pense (que se avergüence quien piense mal), aunque esta historia podría sonrojar a más de un político brasileño.

Además de esa alegoría al megaescándalo de corrupción de Petrobras –que ya llevó a las rejas a importantes políticos y empresarios– el Sambódromo también será escenario para la crítica más directa de la escuela Imperatriz Leopoldinense contra los poderosos empresarios agrícolas, el llamado agronegocio.

Su enredo es un homenaje a la naturaleza y las tribus del parque indígena de Xingú, en Mato Grosso, amenazado por la deforestación, los pesticidas y la construcción de la central hidroeléctrica Belo Monte.

Sangra el corazón de mi Brasil./ El bello monstruo (la hidroelétrica) roba las tierras de sus hijos/ devora las matas y seca los ríos./ Tanta riqueza que la codicia destruyó, cantarán y bailarán los más de 3 mil miembros de esta escuela.

La letra escandalizó a los empresarios agrícolas, que mandaron airadas cartas atacando Imperatriz Leopoldinense, y llegó incluso al Congreso, donde un senador de la bancada ruralista pidió una sesión para investigar a los patrocinadores de la escuela.

Este será también el primer carnaval después del impeachment de la izquierdista Dilma Rousseff, sustituda por el conservador Michel Temer. En el precarnaval callejero, los blocos y su público, mucho más deslenguados que las escuelas de samba, ya apuntaron contra él.

El presidente tendrá su propia fanfarria en el centro de Río el primer día del carnaval: el elocuente Bloco Popular Fora Temer (fuera Temer).

La idea, que surgió espontáneamente en una conversación de amigos sindicalistas, empezó a circular por Facebook y su presentación ya tiene alrededor de 6 mil personas confirmadas y más de 13 mil interesadas. El carioca suele decir que el año empieza después del carnaval, pero este año no podíamos darnos el lujo de sólo pasarlo bien. Necesitábamos manifestarnos, afirma Duda Quiroga, una de las creadoras del encuentro.

Aunque la creatividad carioca no tiene límites, las últimas tres semanas de calentamiento para el carnaval han dejado ver las tendencias de disfraces de este año. Han empezado a aparecer hombres emulando la criticada foto con sujetador y velo de Beyoncé embarazada, alusiones a los paquetes de austeridad del gobierno o la grave crisis financiera de Río, pero también un disfraz sorprendente: personas con sombrero de paja mexicano asomando la cabeza por una tela de ladrillos, el muro de Trump.