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Abucheos a los líderes que no definen fecha para un paro general

Más de 400 mil personas repudian en Argentina las políticas de Macri
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 8 de marzo de 2017, p. 30

Buenos Aires.

Más de 400 mil manifestantes fueron este martes protagonistas del acto convocado por la dirección tripartida de la Confederación General del Trabajo(CGT) en reclamo por los despidos, el ajuste, la desindustrialización, el aumento de la pobreza, la inflación y la política económica del gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri, que terminó con incidentes, cuando los tres dirigentes en sus discursos no definieron la fecha del paro general, que pedían a gritos las bases sindicales, y salieron huyendo, abucheados e insultados por la multitud.

Más allá de la dirigencia de la CGT esta marcha masiva le estaba diciendo basta a Macri, señaló la intendente del distrito La Matanza, Verónica Magario, quien refirió la tragedia social que ha provocado la política de este gobierno en sólo un año y casi tres meses.

Mientras esto sucedía Macri estaba reunido en la residencia presidencial con el ex presidente de Chile Sebastián Piñera, de espaldas a esta realidad, después de que el lunes inauguró el ciclo lectivo en un pueblo pequeño de Jujuy, donde finalmente no se iniciaron las clases, por el paro.

La multitud de este martes, se puso por sobre la dirigencia en su reclamo contra el gobierno, sin olvidar que la convocatoria de la CGT fue apoyada por las dos Centrales de Trabajadores Argentinos, movimientos sociales, empresarios de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) y otros sectores independientes entre los que se encontraban centenares de trabajadores votaron por Macri y que le reclamaron haber traicionado su confianza y mentir.

Los docentes en su primer día de paro nacional de 48 horas, realizaron este lunes una marcha que convocó a unas 80 mil personas en esta capital.

Frente al Ministerio de la Producción, que tiene un papel preponderante en las listas de despidos, que suman ya más de 500 mil entre 2016 y lo que va de 2017, contando entre trabajadores formales e informales, el acto ya tuvo un principio extraño.

Estaban todos citados para las 16 horas locales, pero los dirigentes de la CGT comenzaron casi una hora antes y hablaron unos diez minutos cada uno, con calificativos fuertes sobre la política del gobierno, pero no dieron a conocer la fecha del paro general, que uno de ellos Carlos Acuña había confirmado este lunes a los maestros, que ya estaba fijada.

Acuña, titular del gremio de los empleados de estaciones de servicio, abrió el acto ratificando la adhesión de la CGT al Paro Internacional de Mujeres de este miércoles. Basta de manoseo, comenzó y luego sostuvo que si el gobierno no daba respuestas, iban a realizar un paro nacional para fines de marzo, principios de abril.

Pero aunque los que le siguieron Juan Carlos Schmid y Héctor Daer coincidieron en la grave situación que vive el país, señalaron que si no hay rectificación a las políticas oficiales, en un año -se corrigió rápidamente- en un mes vamos a hacer una medida de 24 horas, dijo Daer, y agregó pero debe estar acompañado por todos los sectores de la sociedad, sin definir la fecha lo que provocó una silbatina multitudinaria entre los manifestantes, quienes al grito de paro ya avanzaron hacia el palco mostrando el descontento de las bases gremiales.

Unidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode, se jode, y otros como se va a acabar, se va a acabar la burocracia sindical fueron algunos de los cánticos, entre otros muy duros contra los dirigentes, quienes rápidamente bajaron del palco que fue ocupado por centenares de personas indignadas.

Miles de los que estaban allí eran desocupados del año pasado y los nuevos que se registran cada día. En los dos meses y día de 2017 sólo en el sector de la Pymes hay 150 mil despedidos. Y viene más desempleo, porque toda la actividad económica sigue descendiendo a ritmo acelarado. La visión de los dirigentes de la CGT huyendo de la multitud y refugiándose en el Sindicato de Empleados de Comercio, da cuenta de la desesperación popular.

Denuncia de Fernández de Kirchner

La mañana de este martes había comenzado con la llegada de manifestantes ante los tribunales, adonde debía ir a declarar la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en una causa, a todas luces armada por el juez Claudio Bonadío.

El lugar estaba rodeado por centenares de efectivos de seguridad, como si fuera una guerra. La ex mandataria entregó un escrito sin declarar ante Bonadío, en el que explica con precisión el indebido procesamiento al que está sometida por el dólar a futuro. Una política económica destinada a que no haya una corrida cambiaria, una devaluación y una brutal pérdida en los salarios reales de los argentinos. En cambio, el gobierno de Mauricio Macri puso en marcha las Lebacs (letras del Banco Central) al mayor interés del mundo, con una pérdida tremenda para el Estado. La justicia dijo que no hay delito en esta política implementada por el Banco Central y en cambio sí hubo delito en la otra política, también implementada por el Banco Central.

El escrito reseña cada uno de los papeles presentados en la causa de una empresa familiar con todos sus datos registrados ante los organismos oficiales. Bonadío conoce todo esto pero como señala un analista este magistrado pasará por encima de un obstáculo que patentiza la falta de pruebas: no le encontró a los Kirchner ni sociedades ni cuentas en el exterior ni dinero oculto ni propiedades sin declarar ni movimientos de fondos que se hicieran en efectivo o sin cheque de por medio.

La ex mandataria reclamó que le paguen su pensión como ex presidenta, que ilegalmente le embargaron y como sus hijos Florencia y Máximo, que el lunes fueron citados indebidamente advirtió que no es un tema judicial, es un tema político. Una persecución que no registra antecedentes.