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El ex luchador Villano III recibirá este viernes un homenaje en la Arena México

Las lesiones no son nada, comparadas con las satisfaciones que me dejó la lucha libre

Lamentó que el gobierno capitalino no cumpla su promesa de apoyar a los gladiadores del ring

 
Periódico La Jornada
Viernes 17 de marzo de 2017, p. a15

Las múltiples lesiones en rodillas, espalda, cabeza, brazos; así como el dolor físico, las heridas y las cicatrices no son nada, todo valió la pena por las satisfacciones y experiencias que me dejó la lucha libre, aseguró el legendario ex gladiador Villano III.

No obstante, el ex luchador de 64 años lamentó no tener apoyo por parte de alguna autoridad deportiva para sobrellevar los estragos de las sangrientas batallas que libró por más de cuatro décadas arriba de los cuadriláteros.

Mencionó que la ayuda que el gobierno capitalino ofreció hace unos meses a los luchadores y boxeadores mexicanos fue mentira.

No hemos visto nada claro, sólo dan palazos de ciego por todos lados, pero nadie nos ayuda. Creo que ya no debemos molestar al gobierno, si no tienen dinero para arreglar las calles, menos para apoyarnos a nosotros, aunque sí sería bueno que lo hicieran, es muy necesario, declaró en entrevista con La Jornada.

El integrante de una de las dinastías más importantes de la lucha libre mexicana refirió que él podría tener muchísimo dinero ahorita, por lo que gané en el ring, pero todo lo que tenía se me ha acabado poco a poco, porque he tenido que gastar en operaciones, rehabilitaciones, medicinas, consultas. Podría tener muchas cosas, pero todo se me ha ido en eso.

Detalló que actualmente sufre de intensos dolores en las rodillas, en las cuales ha tenido múltiples cirugías, así como en la columna, incluso señaló que le cuesta trabajo girar el cuello.

Nunca di malas luchas

“Quisiera estar mejor, pero la lucha libre me ha dejado así por tanta entrega; me dedique en cuerpo y alma a este deporte, es mi pasión, nadie sabe lo que yo sentía arriba del ring, me gustaba subir y entregarme al público. Nunca me gustó que la gente saliera defraudada cuando el Villano III estaba en acción.

Mi físico no me importó con tal de que los aficionados salieran contentos de la arena, que no estuvieran decepcionados porque brindé una mala lucha, tal vez fueron regulares o buenas, pero malas nunca, creo que nunca dijeron que no di un buena contienda, aseveró.

Pero todas esas lesiones finalmente tendrán una recompensa, pues Arturo Díaz Mendoza recibirá este viernes un tributo en la Arena México por parte del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) en la función denominada Homenaje a dos leyendas, donde también se recordará a Salvador Lutteroth, quien es considerado el padre de este deporte en el país.

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Me entregué en cuerpo y alma a mi profesión, pues no me gustaba que la gente saliera defraudada de mis peleas, afirma el mítico Villano IIIFoto Karla Torrijos

A 17 años de perder su incógnita frente a Atlantis, justo el 17 de marzo de 2000, el hijo del mítico ex luchador Ray Mendoza dijo sentirse muy emocionado por recibir este reconocimiento en la disciplina en la que me entregué por completo. Qué bueno que lo hagan en vida, pues cuando uno está muerto los tributos no sirven para nada, no tienen caso.

–Además de las lesiones, ¿cuál fue el legado de la lucha libre hacia usted?

–Me dejó infinidad de cosas. Popularidad, dinero, experiencia, mucha calidad de vida, satisfacciones, recuerdos muy bonitos. Gracias a ella pude conocer el mundo, personas muy interesantes, tuve carros, fui campeón mundial, quité muchas máscaras; la lucha libre me dio a manos llenas, me enseñó a vivir mejor, me dejó muchos conocimientos, sostuvo.

En este homenaje es considerado una leyenda de la lucha libre mexicana, ¿usted se visualiza como tal?

–No, para nada. Nunca pensé que ahora me catalogaran de esa manera. No sabía que significaba eso para el público, nunca me interesó, todo lo hice sin buscar nada a cambio, sólo con el corazón en la mano, porque me gustaba mucho la lucha, es mi vida, comentó.

–Mencione alguna de sus experiencias más memorables en sus 40 años de carrera

–Tuve muchísimas. Una de ellas fue cuando fui a Japón y peleé contra El Tigre Enmascarado, luché por el campeonato mundial semicompleto. Lamentablemente él me derrotó, pero dimos una batalla espectacular, donde el público salió muy contento. Esa pelea sirvió para que después me entregaran un trofeo por la mejor lucha del año, ¡del año!, en ese país. A ningún luchador mexicano le habían dado esa presea y me la dieron a mí, y yo sentí muy bonito.

Pero también tuve muy buenas peleas aquí y en todo el mundo, porque esa era mi finalidad, que me vieran luchar bien, todo lo hice con mucho cariño, mucho pundonor y creo que sí cumplí con mi objetivo. También recuerdo cuando luché contra el Perro Aguayo máscara contra cabellera, o con El Santo en su despedida, como esas dos peleas no habrá ninguna.

La función estelar del homenaje será la contienda de máscara contra máscara entre Pierrot y Diamante Azul.