Sociedad y Justicia
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El insomnio deteriora la calidad de vida, explican

Dormir bien no es un lujo, advierten expertos del sueño

Privar del descanso a una persona por más de 48 horas puede matarlo

 
Periódico La Jornada
Viernes 17 de marzo de 2017, p. 36

Trevor Reznik no ha podido dormir durante un año y sucesos siniestros complican su vida: sospecha de sus compañeros de trabajo, se ha vuelto paranoico, escucha voces y discute con personajes imaginarios.

Ese es el argumento central de la película El Maquinista, de Brad Anderson, que muestra a un protagonista al extremo del insomnio y sus fatales consecuencias.

Ayer, en conferencia de medios, expertos de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina de la UNAM enfatizaron que dormir bien no es un lujo, pues no hacerlo deteriora la vida.

Si una persona tiene 48 horas continuas de privación del sueño puede presentar alucinaciones visuales o auditivas, y si el no dormir prosigue, puede haber alteraciones en la conciencia, presentarse un coma e incluso la muerte.

En la víspera del Día Mundial del Sueño, que se celebra anualmente el tercer viernes de marzo y que ahora lleva por lema Dormir profundamente nutre tu vida, Ulises Jiménez Correa, responsable de la clínica informó que 45 por ciento de los mexicanos adultos presentan mala calidad del sueño.

Esto se refleja en la dificultad para levantarse, cansancio, somnolencia desde las primeras horas de la mañana y deterioro de la calidad de vida. Hay, agregó, alrededor de 100 enfermedades del dormir, pero el insomnio es una de las más comunes y sus síntomas son dos a uno más frecuentes entre las mujeres.

También existen los trastornos respiratorios del sueño, cuyo síntoma más común es el ronquido; las hipersomnias o exceso de sueño durante el día que impide a las personas ser funcionales y cuyo caso más frecuente es la narcolpesia; problemas del ritmo circadiano, y parasomnias, como sonambulismo o pesadillas.

El especialista informó que durante 2016 los más frecuentes motivos de consulta en la clínica (que cuenta con sedes en el Hospital General de México y en Ciudad Universitaria) fueron el insomnio y la mala calidad del sueño, en 45 por ciento de los casos; trastornos respiratorios en porcentaje igual; trastornos del movimiento durante el sueño, en 5 por ciento, y parasomnias, en 3 por ciento, entre otros.

Viridiana Valdés Pineda, integrante de la clínica, explicó que si una persona tiene pocas horas de sueño incrementa el riesgo de padecer diabetes tipo 2, obesidad, alteraciones cardiovasculares, hipertensión arterial, infartos cardiacos y embolias cerebrales, además de que se altera la memoria a corto plazo.

Dormir en el transporte público o en el coche refleja que no hubo descanso durante la noche, y manejar o trabajar con sueño puede provocar accidentes.

Los especialistas señalaron que la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos ha propuesto que un adulto joven sano debe dormir un promedio de 7.5 horas, aunque hay diferencias individuales, pues la cantidad y calidad dependen de factores internos. Un niño de preescolar puede dormir 11 o 12 horas, y un adulto mayor, cinco o seis horas por noche.

Ningún niño, dijeron, debe roncar, y si es así es consecuencia de que no respira bien al dormir. Tampoco es adecuado que despierten continuamente en las noches, lo que se puede dar por dos razones: quiere llamar la atención o hay un factor sicológico que no lo deja descansar bien.

Para una mejor calidad del sueño, recomendaron dejar los dispositivos electrónicos fuera de la cama por lo menos una hora antes de dormir, evitar bebidas con cafeína, comidas pesadas y no realizar ejercicio por la noche, pues todo ello hace el sueño superficial y fragmentado.