Desde el año pasado, Chihuahua reporta más asesinatos respecto de los registrados entre 2013 y 2015.

En el primer bimestre de 2016, las autoridades locales reportaron 171 víctimas de homicidios dolosos, mientras que en el mismo periodo de 2017 el indicador se disparó a 389 fallecimientos por esa causa.

Los homicidios dolosos es la principal problemática en cuanto a incidencia delictiva, aunque también mantiene una alerta en casos de personas no localizadas: un histórico de mil 929 casos del fuero común y 24 de nivel federal (130 casos más que el año pasado), según los datos oficiales de la fiscalía estatal.

Las ejecuciones son cometidas, en su mayoría, con arma de fuego, igualmente se concentran en unos cuantos municipios de esta entidad fronteriza, con énfasis en Juárez y Chihuahua capital.

Si bien la incidencia de asesinatos no se compara con la etapa histórica de mayor gravedad (hace siete años Ciudad Juárez fue clasificada como la urbe más violenta del mundo, y la entidad en conjunto tuvo casi 4 mil ejecuciones en 2010), en los meses recientes hay un repunte significativo.

En 2014, mil 290 muertes fueron clasificadas como producto de homicidio doloso; para 2015 bajó un poco al rango de mil 151, aunque en 2016 la cifra subió a mil 470.

En el primer bimestre del año pasado se registraron 171 víctimas de homicidio intencional (90 en enero y 81 en febrero), aunque el pico ocurrió en octubre, con 209 fallecidos en esta circunstancia.

Para el mismo periodo de este año, la incidencia delictiva muestra 184 en enero y 205 en febrero.

La tasa nacional parcial (enero-febrero) es de 3.06 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, mientras que la de Chihuahua fue de 7.03