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La versión de Bruno Maderna a esa ópera tuvo su estreno nacional en Bellas Artes

L’Orfeo, de Monteverdi, abrió la edición 33 del Festival del Centro Histórico

Se rinde homenaje a uno de los exponentes del tardo Renacimiento e inicio del Barroco, dijo Sergio Vela, director del encuentro

El barítono mexicano Josué Cerón encabeza el elenco

 
Periódico La Jornada
Sábado 1º de abril de 2017, p. 5

El estreno nacional de la versión de Bruno Maderna (1912-1973) de la ópera L’Orfeo, de Claudio Monteverdi (1567-1643), el jueves en el Palacio de Bellas Artes, abrió la edición 33 del Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México.

Con esa obra, considerada la ópera madre, varias son las efemérides que se conmemoran: el 450 aniversario del natalicio de Monteverdi, los 410 años del estreno de ese título y el medio siglo de la orquestación hecha por Maderna.

Debido a la falta de recursos económicos, la obra se presenta sólo en versión de concierto, explicó hace unos días Sergio Vela, director del encuentro artístico cultural, quien aclaró que el presupuesto es inferior a 1.5 millones de pesos.

Abrir un festival como el del Centro Histórico con una versión semiescenificada, concertante, pero no carente de dramatismo, tiene varios propósitos. Primero, rendir homenaje a uno de los más importantes autores del tardo Renacimiento e inicio del Barroco como es Monteverdi, explicó en conferencia de prensa.

Por otra parte, recuperar el espíritu primigenio del que surge la ópera: el afán de hacer dialogar de manera armoniosa las distintas artes entre sí, y ello corresponde con la naturaleza de un festival multiartístico como éste.

Trazo escénico de Yuriria Fanjul

Sergio Vela, también director escénico y abogado, dijo que se optó por la versión de Maderna no sólo porque nunca se había presentado en México, sino porque la dotación instrumental de la partitura original es ajena a la de las orquestas modernas.

Esta versión contemporánea es emblemática de nuestros días y de la recuperación de la creatividad de Monteverdi. Maderna decidió emplear los instrumentos de este tiempo para contribuir, como él decía, con un acto de amor a la divulgación de esta obra, explicó Vela.

Que sea una versión de concierto no implica que sobre el escenario sólo se presentarán la orquesta y los cantantes. Aunque no hay escenografía, sí se cuenta con un trazo escénico y gestualidad a cargo de Yuriria Fanjul.

En escena la orquesta y siete solistas cuentan la historia interpretando múltiples personajes, lo cual es un reto, porque no recurren a un gran cambio de vestuario, dijo la creadora escénica.

Confío en que será una puesta en escena (sic) muy próxima al público, muy accesible y disfrutable, añadió.

Por su parte, el director de orquesta italiano Guido Maria Guida, encargado de la parte concertadora, se refirió a las particularidades de la versión de Maderna de L’Orfeo.

Es una revisión interesante porque nos enfrenta al verdadero Monteverdi. Su técnica compositiva es difícil, porque hay muchos cambios rítmicos, además de que encapsula el trabajo de los cantantes de recitar cantando, que originalmente es muy libre, apuntó.

“La orquesta original tuvo gran número de violas da gamba, violones y tiorbas, y el sonido de la base era muy oscuro. Por eso Maderna escogió una dotación de cuerdas muy particular, donde abundan las violas, los cellos y los contrabajos, y hay muy pocos violines.”

Producida por el festival y la Ópera de Bellas Artes, el elenco de L’Orfeo lo integran jóvenes cantantes mexicanos, encabezados por el barítono Josué Cerón (Orfeo) y la soprano Leticia de Altamirano (Eurídice). La parte musical está a cargo de la Orquesta y el Coro del Teatro de Bellas Artes.

La segunda y última función será este domingo a las 17 horas en el Palacio de Bellas Artes (Juárez y Eje Central, Centro).