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Puede combatir enfermedades lisosomales y algunos tipos de cáncer

Premia el Cinvestav investigación sobre nanomateriales aplicables a la salud
 
Periódico La Jornada
Sábado 1º de abril de 2017, p. 31

El Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional entregó ayer el cuarto Premio a la Innovación en Bionano: Ciencia y Tecnología Cinvestav-Neolpharma a Ismael Bustos Jaimes, investigador del Departamento de Bioquímica de la Facultad de Medicina de la UNAM, por su trabajo de desarrollo de nanomateriales que pueden tener aplicación en la salud.

En una ceremonia celebrada en la sede del Cinvestav, el ganador agradeció dicho reconocimiento –que consta de un premio de 250 mil pesos– y señaló que su investigación Asociación de partículas tipo virus a través de tectones para la construcción de nuevos biomateriales demuestra que la bionanotecnología (rama que aprovecha el conocimiento de la biología molecular para construir máquinas a escala nanométrica), pese a ser un nuevo campo de conocimiento en el país, genera cada vez más y mejores desarrollos.

Su investigación podría ser una alternativa para combatir las llamadas enfermedades lisosomales, grupo heterogéneo de más de 50 trastornos metabólicos hereditarios, de difícil diagnóstico y tratamiento, así como para algunos tipos de cáncer o males hepáticos.

Bustos Jaimes desarrolló un bionanomaterial al que llaman oligopartícula, que actuaría como vector para introducir de manera más precisa, eficaz y estable las proteínas o enzimas al lugar donde deben ejercer su acción, a fin de erradicar o controlar alguna de estas enfermedades. Estas terapias ya existen en el mercado, pero son costosas y no muy eficientes.

En los recientes 10 años, su equipo de investigación logró ensamblar el parvovirus B19 a partir de una de las proteínas que lo componen, y obtuvieron partículas tipo virus que, a simple vista, son esferas hechas de proteínas que están huecas. Ese espacio se puede usar para colocar elementos de interés, como un fármaco o un gen, y así engañar al virus para que lleve esta carga a las células.

Luego de perfeccionar el ensamblaje y llenado de las partículas, colocaron elementos también en el exterior, como sondas fluorescentes que las hacen brillar o péptidos que les permiten diferenciar unas células de otras, por lo que el siguiente reto fue crear partículas híbridas. Un extremo de esta “decoración“ de partículas es la unión específica de unas con otras para hacer una oligopartícula, que por su naturaleza oligomérica multiplica exponencialmente sus funciones potenciales, por ejemplo: provocar tropismo, llevar una sonda de imagen que indique dónde se localiza o ser el fármaco para combatir a la enfermedad.

En la ceremonia, José Mustre de León, director del Cinvestav, dijo que 80 por ciento de los fondos destinados a la investigación científica y tecnológica provienen de fondos públicos y el resto son de la iniciativa privada, y que de mantenerse esta diferencia no podremos mejorar el nivel de desarrollo de México.