Opinión
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Gasolinazo inflacionario

¿Burbujas pasajeras?

Meade: ¿no asustarse?

L

o bueno es que (versión oficial) el aumento en el precio de las gasolinas no debe asustar a los consumidores mexicanos, porque no tendrá un impacto importante en la inflación (José Antonio Meade dixit); lo malo, que tal hipótesis resultó rotundamente equivocada, como tantas otras en el gobierno peñanietista, y en marzo la inflación alcanzó el nivel más alto de los pasados ocho años.

Como siempre, también, la respuesta oficial habla de burbujas de ocasión y eventos coyunturales, sin olvidar la ya clásica volatilidad pasajera. Pero resulta que la temporalidad defendida a capa y espada por las huestes gubernamentales acumula 35 años, y contando, es decir, desde que los neoliberales se instalaron en Los Pinos.

Pero eso no merma la felicidad y optimismo gubernamentales (el de ahora y los cinco anteriores, que al final de cuentas todos han caminado por la misma ruta y con los mismos resultados), porque encapsulan la ingrata realidad en chispeantes burbujas pasajeras y coyunturas que llegaron para quedarse.

La Jornada (Roberto González Amador) lo resumió así: el efecto del alza de las gasolinas al inicio del año sobre los precios se mantuvo al cierre del primer trimestre del año. El Inegi informó que la inflación en marzo fue de 0.61 por ciento, un alza que multiplica por cuatro la registrada en igual periodo del año pasado, cuando fue de 0.15 por ciento. Medida en términos anuales, la inflación en marzo fue de 5.35 por ciento (contra 2.6 en igual mes de 2016).

Por si fuera poco, el precio de los energéticos, con un alza anual de 17.09 por ciento, es el rubro de mayor incremento, de acuerdo con el Inegi. Los alimentos, según ese organismo, aumentaron el año pasado 6.49 por ciento y en particular los bienes agropecuarios lo hicieron en 1.02 por ciento. Y los precios de la canasta básica se incrementaron 7.84 por ciento, contra 0.56 un año antes.

Mientras los genios neoliberales buscan con lupa dónde quedó lo pasajero, el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, divulgó su análisis semanal, del que se toman los siguientes pasajes. Va, pues.

Días atrás la Secretaría de Hacienda entregó al Congreso los Precriterios Generales de Política Económica, documento que estipula que el gasto público sufrirá un recorte de 44 mil millones de pesos en 2018. Si bien esta acción permitiría avanzar en la consolidación fiscal del gobierno, también es cierto que los recursos del erario destinados para la ejecución de proyectos de infraestructura se tornarán menos cuantiosos (y, por lo mismo, tendrán menor impacto en el crecimiento y la generación de empleo).

Ante tal situación, parece que será el sector privado el responsable de mantener a flote los niveles de inversión para conservar un ritmo de crecimiento favorable. Sin embargo, la tarea no será sencilla ya que las expectativas de los empresarios se encuentran sumamente deprimidas.

De acuerdo con la información de marzo, los indicadores de confianza empresarial de manufacturas (-1.4 puntos), comercio (-2.9 puntos) y construcción (-4.8 puntos) se ubicaron en terreno negativo por sexta vez consecutiva en su comparativo anual, lo que refleja que el clima de negocios que vive México no es el adecuado de acuerdo con las perspectivas empresariales.

El incremento en la inflación, las tasas de interés crecientes, los niveles de inseguridad y la corrupción son algunas de las variables que dificultan la toma de decisiones de los empresarios, por lo que serán pocos quienes decidan aventurarse a realizar una inversión significativa.

De hecho, los bajos niveles de confianza ya han impactado en la evolución de la inversión fija bruta. En enero pasado la tasa de crecimiento anual de la variable en cuestión fue negativa (-0.5 por ciento) y es probable que en los próximos meses se vislumbre un comportamiento similar. Tal comportamiento sin duda continuará mermando la calidad de los puestos de trabajo.

Aunque las cifras de la tasa oficial de desocupación durante febrero (3.4 por ciento anual) resultaron favorables, las condiciones imperantes en el mercado laboral no. Un ejemplo de ello es que el 46.5 por ciento de los desocupados en nuestro país cuentan con al menos un grado de educación media superior, lo que contrasta con sólo 4.5 por ciento de los trabajadores que cuentan con primaria incompleta.

De esta forma, las necesidades laborales de la población con mayor grado de instrucción no han sido satisfechas ante la carencia en la generación de puestos laborales especializados. Por ejemplo, 86.7 por ciento de los desocupados cuentan con cierto grado de experiencia laboral. Lo anterior quiere decir que las fuentes de trabajo que se están creando no requieren de personal especializado o que cuente con conocimientos avanzados, es decir, son plazas laborales que generan poco valor agregado y que, por lo mismo, son mal remuneradas.

Ante la carencia de un clima de negocios adecuado, difícilmente se logrará alcanzar un nivel óptimo de inversión que permita generar la cantidad de empleos de calidad que el país está demandado. Esta situación alcanza un grado de complejidad más elevado debido a que el gasto en inversión que realizará el sector público será inferior en comparación con las erogaciones que se realizaron al principio del sexenio.

Al revisar los resultados laborales por entidad federativa se aprecian cifras en su mayoría positivas, ya que 26 de los 32 estados del país exhibieron una tasa de desocupación inferior con respecto al nivel exhibido en febrero de 2016. Los mejores resultados ocurrieron en la Ciudad de México, Sonora y Tlaxcala. Por otro lado, se presentaron contrastes importantes al medir su tasa oficial de desocupación anual: Tabasco (7.3 por ciento), estado de México (4.4) y Coahuila (4.3) registraron los niveles más elevados, mientras que Morelos (1.6), San Luis Potosí (1.7) y Yucatán (2) manifestaron los incrementos más moderados del periodo.

Sin embargo, si bien es relevante una tasa de desocupación de menor magnitud, no necesariamente las condiciones del mercado laboral tienden a mejorar cuando disminuye la desocupación.

Las rebanadas del pastel

Alineaditos a la política exterior del salvaje de Donald Trump, la Presidencia de la República, la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Senado de la República mantienen silencio sepulcral en torno al rosario de misiles que Estados Unidos lanzó sobre Siria. Ni pío.

Twitter: @cafevega