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El contrabajista británico se presentó con su sexteto en el Festival Centro Histórico 2017

Misha Mullov-Abbado debuta en México con éxito clamoroso

Su fresco y sorprendente lenguaje artístico coloca su interpretación entre el jazz y la música de cámara

En mayo saldrá a la venta su segundo álbum, Cross-Platform Interchange

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Misha Mullov-Abbado goza de gran reconocimiento y prestigio en EuropaFoto Carlos H. Cuica/ cortesía del Festival del Centro Histórico
 
Periódico La Jornada
Lunes 10 de abril de 2017, p. 7

El compositor y contrabajista británico Misha Mullov-Abbado debutó en México con éxito clamoroso la noche del sábado con su sexteto, su nuevo disco y su capacidad para desarrollar un lenguaje artístico que lo coloca en la vanguardia de lo que antes era conocido como jazz y ahora se ubica en el intersticio entre la música de cámara y la composición que ocurre en equipo y al instante.

Su presentación, a sala llena y con público delirante, fue uno de los momentos centrales del Festival Centro Histórico 2017.

Inició su concierto con Circle Song, partitura hipnótica que recuerda de inmediato una de las obras mayores del maestro sueco Bobo Stenson, Don’s Kora Song, un mantra poderoso y la relación de ideas resulta útil para describir los alcances de Misha Mullov-Abbado, pues éste ya está más lejos que el maestro sueco. Con su música de excelencia se pone en la punta de la nave nodriza en la evolución musical.

Y es apenas el comienzo. No pasarán muchos años en que Misha se convierta en una de las primeras figuras mundiales de la música. En Europa goza ya de gran reconocimiento y prestigio. La pieza inicial de su concierto del sábado por la noche fue a su vez la pieza inicial de su primer disco: New Ansonia, y el 19 de mayo saldrá a la venta su segundo álbum, Cross-Platform Interchange, título de una de las piezas que ejecutó en el Palacio de Medicina, en el Centro Histórico.

Ese título revela el talante del músico: Vivo en Londres y me gustan mucho los trenes, me divierto mucho en la plataforma de interconexiones de trenes, cargando mi contrabajo, dijo al micrófono al anunciar esa pieza, así como todos los títulos que interpretó con sus camaradas británicos, entre ellos un palindroma: Satan, oscillate my metallic sonatas.

Todos los integrantes de su sexteto son, a su tierna edad, maestros consumados. Incursione usted, lector, en YouTube y disfrute los videos de estos músicos. Algunas de esas grabaciones muestran a adolescentes, casi niños, disfrutando el placer de hacer música.

Matthew Heard deslumbra con su sax alto, mientras James Davison escala notas increíbles en su trompeta, Sam Rapley hace respirar clepsidras en su sax tenor, Liam Dunachie espejea a Thelonious Monk en el piano, Scott Chapman deslumbra con su batería, convertida en instrumento barroco, y Misha dirige esas acciones de maestros desde el sonido cálido, fresco, cariñoso de su contrabajo acústico.

Cariñoso. Habrá que decir entonces que Misha es hijo de dos músicos colosales: la extraordinaria violinista rusa Viktoria Mullova (Moscú, 1959) y de uno de los más grandes directores de orquesta en la historia, Claudio Abbado (1933-2014). Viktoria, por cierto, se adhiere al grupo musical de su hijo en el track 7 de su disco, Heal me on this cloudy day, como una respuesta explícita a ese llamado: Consuélame en este día nublado, si atendemos a una de las implicaciones metafóricas del verbo sanar (heal).

Música risueña, es la que hace Misha con su sexteto. No deja él de sonreír como nunca las sonrisas abandonan los compases, los ritmos, las melodías de ensoñación, como en Little Bird, una melopea que hendió en lo sublime la noche del sábado en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

La vanguardia, por último, dejó de ser hace mucho tiempo ocurrencia, ruido, disonancia.

En apariencia, lo que hace Misha es jazz estándar. Para nada. Hay que atender a los momentos de free jazz, de hard bop, de clasicismo y de vanguardia, su capacidad de asimilación de influencias insospechadas, de juntar una cantidad impresionante de información musical, para crear algo nuevo, pero sobre todo el espíritu luminoso de toda su música, y todo eso basta para confirmar y disfrutar de algo de lo más fresco y bello y sorprendente que hay en música en el planeta hoy día, la música de Misha Mullov-Abbado.