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Reportaron este lunes degradación sin precedente por segundo año consecutivo

Irrecuperable, enorme parte de la Gran Barrera de Coral: expertos

El desafío más apremiante que enfrenta el arrecife australiano es el cambio climático; cuanto más aumenten las temperaturas, más frecuentes serán los episodios de blanqueo, alertan

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Una de las imágenes captadas por los científicos luego de las observaciones aéreas de este sitio, declarado patrimonio de la humanidadFoto Afp
 
Periódico La Jornada
Martes 11 de abril de 2017, p. 2

Sydney.

Los corales de la Gran Barrera que sufrieron por segundo año consecutivo un blanqueo provocado por el aumento de las temperaturas no tienen ninguna posibilidad de recuperarse, advirtieron el lunes científicos australianos.

En marzo, investigadores ya anunciaron que los arrecifes de la Gran Barrera habían sufrido una degradación sin precedente por segundo año consecutivo.

Sus temores acaban de ser confirmados por observaciones aéreas de este sitio patrimonio de la humanidad desde 1981.

Este ecosistema, que se extiende a lo largo de 2 mil 300 kilómetros –el mayor del mundo–, sufrió en 2016 su episodio de blanqueo más grave desde que se registra este fenómeno por el aumento de las temperaturas del océano en marzo y abril.

Los corales blanqueados no están forzosamente muertos, pero en la parte central (de la Gran Barrera) prevemos pérdidas muy elevadas, declaró James Kerry, biólogo en la universidad James Cook, quien coordinó las observaciones aéreas.

Hará falta una década, por lo menos, para que se restablezcan totalmente los corales que crecen más rápido, explicó. Dos episodios graves de blanqueo en un intervalo de 12 meses hacen que los arrecifes dañados en 2016 no tengan ninguna oportunidad de recuperarse.

Fenómeno de debilitamiento

El blanqueo de los corales es un fenómeno de debilitamiento –que se muestra en una decoloración–, provocado por el aumento de la temperatura del agua. Esto conlleva la expulsión de las algas simbióticas que dan al coral su color y sus nutrientes.

Los arrecifes pueden recuperarse si el agua vuelve a enfriarse, pero también morir si el fenómeno persiste. Esta es la cuarta vez que se produce (las otras veces fueron 1998, 2002 y 2016).

Entre el año pasado y éste, mil 500 kilómetros de arrecifes se vieron afectados por el blanqueo, declaró Terry Hughes, de la universidad James Cook. Lo que hace que sólo el tercio sur del arrecife haya salido indemne. El blanqueo está relacionado con las temperaturas récord provocadas por el cambio climático, explicó.

“Este año asistimos a un episodio de blanqueo muy marcado, aunque ni siquiera perdure El Niño” en la zona, agregó, aludiendo al fenómeno meteorológico irregular que ocurre cada cuatro o seis años y que provoca subidas de temperaturas en el Pacífico, fuertes lluvias en ciertas zonas y sequías en otras partes.

El Niño estuvo en la mira por su impacto en la Gran Barrera de Coral en el primer gran episodio de blanqueo global, detectado en 1998, y también en el de 2016.

La Gran Barrera también está amenazada por el cambio climático, la escorrentía agrícola, el desarrollo económico y la proliferación de los acantásteres, estrellas de mar que destruyen los corales. También la afectó el ciclón Debbie, que pasó por la parte sur, que no se ha visto muy dañada por el blanqueo.

Los científicos temen que sus vientos violentos y las corrientes hayan podido afectar los corales. Sin embargo, los daños provocados por Debbie todavía no han sido evaluados.

Es evidente que el arrecife enfrenta numerosos desafíos, el más apremiante es el cambio climático. Cuanto más aumenten las temperaturas, más frecuentes serán los episodios de blanqueo. La solución es reducir las emisiones de carbono, pero el tiempo apremia, precisó Hughes.

Australia asegura que nunca ha hecho tantos esfuerzos para proteger ese ecosistema, comprometiéndose a dedicarle más de mil 400 millones de euros en 10 años. La barrera se libró por poco de entrar en la lista de 2015 de sitios en peligro de la Unesco.