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En buen estado de conservación, mide 90 cm de diámetro y está a 4 metros de profundidad

Hallan en cenote yucateco fósil de caracol de millones de años

La pieza, que data del Mioceno-Plioceno, fue encontrada por personal de Seduma en el cuerpo de agua localizado entre Kinchil y Celestún

Pertenece a una colonia de corales

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En la imagen, el fósil de caracolFoto Erick Sosa Rodríguez/ Seduma
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Imagen durante las exploraciones subácuticasFoto Erick Sosa Rodríguez/ Seduma
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 25 de abril de 2017, p. 2

Mérida, Yuc.

Personal especializado en actividades subacuáticas de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma) de la entidad halló lo que parecer ser un fósil de caracol que data de la época del Mioceno-Plioceno, con aproximadamente 5 a 23 millones de años de antigüedad, en el cenote del municipio de Kinchil.

Durante la exploración subacuática del cenote, personal del Departamento de Manejo de Sistemas Kársticos reportó que el objeto encontrado pertenece a una colonia de coral pétreo masivo; mide aproximadamente 90 centímetros de diámetro y está a cuatro metros de profundidad, adosado al techo del área de entrada a una caverna, en la zona sur del cuerpo de agua.

Debido a la naturaleza kárstica del estado, cuyo suelo es calcáreo y está formado por fósiles de organismos marinos, es común encontrar conchas, caracoles, fragmentos de esponjas marinas e incluso pequeñas colonias de coral; sin embargo, este descubrimiento destaca por el tamaño, además de su buen estado de conservación.

Según el comunicado de la Seduma, la importancia de estos hallazgos radica en que los expertos en el tema los estudien con la finalidad de indagar sobre el pasado remoto de la península de Yucatán.

El cenote se localiza entre los municipios de Kinchil y Celestún, en un rancho privado, y tiene una extensión aproximada de 25 metros de ancho por 30 metros de largo, así como una profundidad que va de un metro, en la zona de aguas abiertas, a 35, en la parte de la caverna subacuática.

La exploración del lugar fue realizada en tres etapas, en las que se contó con la participación de los espeleobuzos Erick Sosa Rodríguez, de Seduma, y Arturo Mora, acompañados por Mónica Torre, integrante del Círculo Espeleológico del Mayab, y la restauradora Cristina Sanmartín.

Los cenotes –ríos subterráneos de agua dulce– son de gran relevancia en la biodiversidad, pues albergan gran cantidad de fauna.

Entre las especies encontradas en los alrededores y dentro del cuerpo de agua están el halcón peregrino (Falco sp.), pájaro toh (Eumomota supersiliosa), bolsero o yuya (Icterus sp.), chachalaca (Ortalis vetula), iguana espinosa (Ctenosaura acanthura), guayacón endémico (Gambusia yucatana), bagre de cenotes (Rhamdia guatemalensis) y abanderado (Poecillia sp.).

Asimismo, hay sardina de cenote (Astyanax sp.), mojarra (Ciclasoma urophtalmus y Torictus sp.), dama blanca (Typhliasina pearsei), que está en peligro de extinción, langostino endémico (Creaseria morleyi), sujeto a protección especial, cangrejo de cenote endémico (Typhlatya pearsei), camaroncito blanco endémico (Antromysis cenotensis) y un isópodo (Creaseriella anops), entre otros.