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La norma, que aún debe ser avalada por los diputados, llega tarde y está rabona

Nos decepcionó la ley de desaparición forzada que aprobó el Senado: familiares de víctimas

Lamentan que la búsqueda de su seres queridos se hará como hasta ahora, detrás del escritorio

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Seguiremos luchando para que no haya más desapariciones, dicen familiares de víctimasFoto Sanjuana Martínez
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Domingo 30 de abril de 2017, p. 11

Monterrey, NL.

Con pico y pala en mano, madres de familia recorren caminos de terracería en cerros y descampados para seguir buscando a sus seres queridos. Estas búsquedas ciudadanas permanecerán luego de la aprobación en el pleno del Senado de la ley de desaparición forzada de personas y desaparición cometida por particulares, una norma que consideran corta, rabona e insuficiente para afrontar la tragedia humanitaria que se vive en México.

Bajo un intenso sol, Leticia Hidalgo, fundadora y presidenta de la agrupación Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León (Fundenl), encabeza la búsqueda de las madres en un lugar donde el crimen organizado instaló una cocina de cuerpos humanos. Lleva media hora caminando cuesta arriba, en las colinas que rodean el municipio de García, lugar del exterminio.

La ley de desaparición forzada la aprobaron poniéndonos a las familias contra la pared, diciéndonos que si no iba tal cual, se iba a tardar por lo menos un año más en volver a tomarla en cuenta para su aprobación. Esa legislación llega tarde y resulta corta, rabona, dice la madre de Roy Rivera, desaparecido hace cinco años por hombres encapuchados que portaban chalecos de la policía de Escobedo, Nuevo León.

La ley aprobada, dice, carece del espíritu que pensaron para la nueva comisión nacional de búsqueda, propuesta por las familias del Movimiento Nacional de Personas Desaparecidas: “La nueva norma –que aún debe ser aprobada por los diputados– no tiene precisamente la búsqueda en campo de pies, manos y ojos por los desaparecidos. La reducen a una comisión nacional de búsqueda, sin policías buscadores. Allí es donde nosotros no queríamos que se aprobara de esta manera”.

Añade: Seguimos con la incertidumbre de saber quién los va a buscar realmente. Con esta legislación rabona seguirán buscando a los desaparecidos como lo han hecho en estos 10 años de guerra, detrás de un escritorio burocrático. El Estado mexicano no los quiere buscar con vida, aunque ese es el primer punto que exigimos en la ley y en todas nuestras acciones y actividades, la búsqueda con vida.

La comisión nacional de búsqueda, que dependerá de la Secretaría de Gobernación, bajo el mando de Miguel Ángel Osorio Chong, dice, comenzará mal sus funciones, ya que debería depender directamente de la Presidencia de la República.

En este país los funcionarios públicos no hacen las cosas si no se las ordena su jefe, el Presidente, por eso queríamos que dependiera directamente de la Presidencia. Pero el Estado se está enfocando en una búsqueda sin vida. Es muy terrible, porque nosotros sabemos que pueden estar vivos en cualquier lugar de México y quizá en otros países. Finalmente, nos decepcionó mucho la aprobación de esta ley.

Persona no localizada

Otro de los puntos en desacuerdo entre familiares y el Estado mexicano al aprobar esta ley fue el de la inclusión de la categoría de persona no localizada, impuesta por el gobierno federal, en particular por la Secretaría de Gobernación, una definición que obedece a una persona desaparecida cuya ubicación es desconocida y su no localización obedece a causas distintas a la comisión de algún delito.

Diana Iris García, de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos de Coahuila y directora del Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios, madre de Daniel Cantú, recuerda que el pasado 31 de marzo tuvieron una reunión con el secretario de Gobernación, “quien nos dijo que la comisión nacional de búsqueda iba a ser ‘robusta’, conformada por gente experta, no con aprendices.

Esta nueva ley falla en eso. Todo se ha dado con una perversidad y una trampa; es una legislación muy corta, porque la comisión nacional de búsqueda está demasiado limitada pues tiene representaciones en los estados con una supuesta policía dedicada a la localización de los afectados. Hablan de una corporación especializada, la cual no existe. Esto disminuye la capacidad operativa de la nueva ley.

Añade: La otra parte super limitada de la ley es que no existen los criterios para ssdefinir quién será el responsable de la búsqueda de las personas desparecidas, si la Federación o los estados. El Estado mexicano sigue sin reconocer la grave tragedia que vivimos. No mostró una voluntad política real para la búsqueda, para el acceso a la verdad, para saber que pasó con los nuestros.

Comenta que tampoco fue aceptada la responsabilidad del superior jerárquico contra los agentes del Estado que incurran en la comisión del delito de desaparición forzada: Seguimos sin acceso a la justicia. Esta ley es otra simulación.

Sin embargo, dice que los familiares están tan frustrados que a pesar de todos estas graves fallas de la ley, que en realidad es un primer paso, buscarán en la misma una herramienta de la cual hacer uso: Esperamos que en un futuro se reforme lo que no aceptaron. Los vicios que siempre nos han mantenido al margen de la justicia es la corrupción y la impunidad, y no vemos que con esta ley se pueda acabar con esto.

Comentó que ayer la Cámara de Diputados decidió turnar a comisiones la minuta del Senado con la ley, para evitar aprobarla sin una revisión a fondo: No sabemos si la aprobación de la ley se irá hasta el otro periodo de sesiones.

Y señala otras anomalías de la legislación: “Hay desaparecidos de la guerra sucia, pero esta ley sigue con el concepto de persona no localizada y se negaron a hacer un instituto autónomo forense, no quisieron independizar la atención forense, algo que nos afecta, pero no vamos a dejar de buscar y de exigir justicia internacionalmente. Con ley o sin ley, las familias vamos a seguir con las búsquedas ciudadanas”.

Leticia Hidalgo dice que finalmente la aprobación de esta ley rabona se logró gracias al esfuerzo y la lucha de los familiares de desaparecidos, y recordó que está comprobado que un alto porcentaje de personas fueron desaparecidas por agentes del Estado.

Policías de los tres niveles y fuerzas armadas cometen desapariciones forzadas por colusión o por comisión. En esta nueva ley se ve que el Estado mexicano ha querido proteger a los responsables de las desapariciones forzadas.

Añade: Otra de las deficiencias de esta ley es que no hay una cadena de mando. Nosotros habíamos pedido que se siguiera la cadena, que se castigara hasta el más alto mando que haya incurrido en el delito de desaparición forzada; sin embargo, tampoco la concedieron.

Por tanto, dice, con esta ley se han dado cuenta que no existe una voluntad del Estado por atender eficazmente la tragedia humanitaria de las desapariciones en México, a pesar de que tomaron en cuenta algunas cosas que solicitaron, como el registro nacional de fosas, el registro nacional de personas desaparecidas, la comisión nacional de búsqueda y el banco de ADN.

“Estamos nuevamente ante la simulación. El Estado mexicano se está cuidando para evadir su responsabilidad. Y si no hay esa voluntad, esta nueva ley va al fracaso en su operatividad. Por eso, con ley o sin ella, los familiares tenemos que seguir buscándolos si los queremos de regreso a casa.

Vamos a seguir desde la sociedad civil trabajando para buscar y encontrar a nuestros hijos y nuestras hijas, pero también para que las desapariciones nunca más se repitan, concluye.