El índice de inflación en México podrá comenzar a bajar a partir del segundo semestre de este año, cuando podría oscilar en 4 por ciento, anticipó el gobernador del Banco de México (BdeM), Agustín Carstens, quien señaló que en la actualidad ya se está percibiendo una baja generalizada en los precios de las mercancías básicas. Auguró que para 2018 los niveles inflacionarios podrían ubicarse, de nueva cuenta, en un rango de 3 por ciento.

Carstens insistió en que los movimientos en el tipo cambiario tienen origen exógeno, como ha ocurrido prácticamente a todas las divisas de países emergentes. Sin embargo, señaló que en buena medida los vaivenes inflacionarios obedecieron al incremento en el precio de los hidrocarburos.

En entrevista al término del acto en el que el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales certificó que el BdeM había cumplido en los plazos fijados el ciento por ciento de sus nuevas obligaciones que se desprenden de la reforma legal, Carstens reivindicó la relevancia que tiene para el banco hacer transparente su actuación ante la sociedad y los mercados, pues, subrayó, es una condición sine qua non generar confianza en las decisiones que adopta el banco central.

Para el responsable del BdeM, es importante que se conozcan los escenarios que se manejan, los argumentos y contraargumentos, los datos con que se cuentan y que permiten tomar decisiones para mantener la estabilidad económica. Por ello, dijo que desde que se aprobaron las reformas, el Banco de México actuó coordinadamente con el INAI para dar cumplimiento a sus obligaciones de transparencia, como una forma de apuntalar su desempeño.

La presidenta del INAI, Ximena Puente, dijo que el Banco de México ha colocado en la Plataforma Nacional de Transparencia 216 mil registros, lo que supone la institución financiera con mayor información.

Destacó que prácticamente al término del plazo para que los sujetos obligados cumplan las disposiciones se han colocado ya en ese espacio 47 millones de registros –documentos– que involucran alrededor de 600 millones de datos contenidos ya en la PNT.