a tradición data de hace casi un siglo y en muy contadas ocasiones el presidente en turno ha faltado a la cena que organizan los periodistas que cubren las actividades de la Casa Blanca. Es una oportunidad para aligerar las tensiones entre el gobierno y la prensa, donde campea la crítica y el humor y a la que también son invitados la primera dama, los funcionarios y políticos más importantes y personajes que gozan del aprecio popular.

Este año la cena fue muy distinta. A finales de febrero pasado, el presidente Donald Trump anunció que no estaría pero deseó a los participantes bienestar y una gran noche. El magnate lleva tiempo ahondando las tensiones que existen entre él y los medios de comunicación, a los que llama deshonestos, el enemigo del pueblo y divulgadores de noticias falsas. Destacadamente la cadena de televisión CNN y los diarios New York Times y Washington Post.

La cena coincidió con los cien primeros días del mandato de Trump, quien prefirió estar en un mitin con sus seguidores a 150 kilómetros de ese pantanero que es Washington, según dijo. Aprovechó la ocasión para insultar por enésima vez a las cadenas de televisión y los medios impresos que suelen criticarlo.

Pero esa ausencia no impidió que fuera el personaje principal gracias a las críticas que le dirigió el comediante Hasan Minhaj, colaborador del programa The daily show de Trevor Noah. Hasan hizo un monólogo en el que bromeó sobre la administración Trump, pese a que se le solicitó que no la atacara con sus chistes.

El comediante expresó lo que significa pertenecer a una minoría en Estados Unidos: “Tienes que ser el doble de bueno. No puedes cometer ningún error porque cuando uno de ustedes se equivoca, él culpa a todo el grupo… Y ahora ustedes ya saben qué es ser una minoría”, refiriéndose a la prensa.

Recordó que la cena se realiza para celebrar la primera enmienda y la libertad de prensa. Esta última es “la base de una democracia abierta y liberal desde los campus universitarios hasta la Casa Blanca. Sólo en Estados Unidos es posible que un chico musulmán indoestadunidense se suba al escenario y haga bromas sobre el presidente”, dijo Hasan.

Agregó que la administración de Trump le es estresante, por lo que al llegar a su casa ve capítulos de la serie House of Cards para relajarse. También mencionó el gusto de Trump por el golf: “Cada vez que él va a jugar golf, el titular de la prensa debería decir: Trump juega golf. El apocalipsis se retrasa. Has ganado.

En la cena de 2011 Barak Obama, lejos de imaginar el resultado de las elecciones de 2016, hizo chistes a costillas del magnate, comparando las decisiones que Trump debía tomar en el reality show que animaba en la televisión, con las que tiene que tomar un presidente. Obama no se equivocó.