Miguel Ángel Sánchez Gámez y Pedro Antonio Pineda Esquivel son estudiantes de Ingeniería Aeroespacial en el Instituto Politécnico Nacional (IPN). Consiguieron una beca para estudiar en la escuela de verano de la Universidad de Samara, Rusia, una de las más prestigiadas instituciones de formación de profesionales para el sector aeroespacial.

La beca cubre el costo del curso, así como los gastos de alojamiento y manutención, pero no los 100 mil pesos que necesitan para los vuelos, los trámites migratorios y seguros que requieren los estudiantes.

Los alumnos de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (Esime) Ticomán, no cuentan con los recursos para financiar el viaje, por lo que solicitaron apoyo al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y a la Agencia Aeroespacial Mexicana. Obtuvieron respuestas negativas y poco esperanzadoras, porque en general se tardan mucho en autorizar este tipo de apoyos, y la Universidad de Samara nos avisó que debemos confirmar en pocos días nuestra participación, ya que las clases comienzan en julio, explicó Pedro Antonio en entrevista.

“Miguel y yo –contó Pedro Antonio– creamos hace unos meses una asociación en el Politécnico para el desarrollo aeroespacial, en la que damos cursos y buscamos financiamiento para algunos proyectos. Esto fue lo que nos ayudó a conseguir la beca”.

Los estudiantes fueron seleccionados para participar en el programa de gestión de empresas de alta tecnología. En México, opinó Pedro Antonio, las empresas se dedican exclusivamente a la manufactura.

En cambio, en Rusia, manejan todo: desde el diseño hasta cómo se estructura una empresa. La ventaja de ir a aprender allá es que estaremos con gente que tiene mucha más experiencia en estas áreas.

Ante la falta de recursos, los estudiantes pusieron en marcha una colecta con el lema ¡Mexicanos hacia Rusia!, en la plataforma de Internet donadora.mx. Han conseguido más de 60 por ciento del financiamiento que requieren.

Por su parte, directivos de la Esime les ofrecieron apoyo para pagar uno de los seguros que les solicitan las autoridades rusas para efectuar el viaje.

La idea es que al regresar de Rusia vamos a compartir el conocimiento que obtengamos tanto con los miembros de nuestra asociación y con otros estudiantes, mediante conferencias, concluyó Pedro Antonio.