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Compañía asiática con 30 años de experiencia internacional busca sanar el alma

Artistas chinos con discapacidades actuarán en el Auditorio Nacional
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La Compañía de Arte para Personas Discapacitadas de China nació en 1987Foto cortesía de la producción
 
Periódico La Jornada
Domingo 7 de mayo de 2017, p. 8

Con un mensaje de paz, igualdad y participación, la Compañía de Arte para Personas Discapacitadas de China se ha convertido en símbolo de esperanza, solidaridad y voluntad inquebrantable alrededor del mundo.

Bajo la premisa del espíritu humano, la armonía y el amor, la compañía, que ha recorrido 97 países, llegará al Auditorio Nacional el próximo 7 de junio, para compartir el arte desde un singular y especial enfoque.

Nació en septiembre de 1987, cuando China promulgó una ley en la que se estableció la inclusión social de las personas con discapacidades.

A partir de aquel momento se creó el organismo para promover la integración, así como la cultura y el arte dentro del grupo, explica la vicepresidenta de la compañía, Wang Jing, en entrevista vía Skype con este diario.

Fueron nombrados Artistas por la paz por la Unesco y cuentan con el Premio de la Humanidad del Club de Leones Internacional.

Esto es un honor muy grande y una gran responsabilidad; se vuelve entonces una oportunidad para seguir trasmitiendo el arte y la belleza a cada rincón del mundo, dice Jing.

La compañía creó un grupo con base en sus actuaciones, el cual fue llamado My Dream; busca purificar el alma y superar las fronteras del idioma y las nacionalidades para tocar el corazón de la audiencia.

“El espectáculo combina elementos tradicionales y modernos de la cultura china y agrega otros que exaltan la estética y la figura, no sólo individual sino también de grupo.

Se vale de diferentes tecnologías y crea nuevas formas de arte como poemas en lenguaje de señas y bailes con personas con discapacidad visual, detalla la representante.

Al explicar lo que ha significado compartir el arte de esta manera, Wang Jing suspira y pone de ejemplo el espectáculo Buda de los mil brazos, con el que “buscamos compartir la belleza, la benevolencia y la virtuosidad.

Al tener buen corazón y ser benevolente saldrán mil manos de ayuda que te brindarán apoyo y podrás realizar cualquier sueño que tengas, describe.

Sobre el papel que juega el arte en el contexto crítico que atraviesa la humanidad, expresa que si todos tuvieran en su corazón esta benevolencia, el mundo sería mucho mejor y no tendríamos los problemas actuales.

Wang Jing se mostró orgullosa y agradecida al recordar la influencia que la compañía ha logrado: “Hemos conseguido restablecer la dignidad de las personas con discapacidad.

El mundo y la gente han tomado a los actores con ambas manos y los han levantado hasta la posición en que se encuentran, y éstos sienten el deber de devolver un poco de todo esto que la gente les ha mostrado a través del arte, afirma.

El lenguaje común entre la compañía y el público es: amor, concluye Wang Jing.