Opinión
Ver día anteriorSábado 13 de mayo de 2017Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Inaceptable el racismo en el deporte
E

l centrocampista ghanés Cifford Aboagye fue víctima de insultos racistas durante el partido de cuartos de final del torneo de Clausura 2017 de la Liga Mx que el jueves pasado disputaron el Atlas y el Guadalajara en el estadio Jalisco. De acuerdo con un comunicado emitido por la directiva rojinegra, cuando Aboagye se dirigía a la banca para ser relevado, un sector de los aficionados de las Chivas cometió actos de racismo en contra del jugador, por lo que emitió una enérgica condena y llamó a mantener el clásico tapatío libre de violencia.

El episodio que sufrió el volante de los Zorros dista de ser un caso aislado. Aunque durante años las autoridades y los directivos del futbol nacional se han negaso a reconocer la realidad y las dimensiones de este fenómeno, baste con recordar sucesos recientes, como los ataques producidos en 2015 contra el colombiano Wilner Metelus −llamado negro malagradecido por el vicepresidente del club en que militaba, el Puebla− y el ecuatoriano Joffre Guerrón, quien padeció insultos en las redes sociales.

A escala internacional, este tipo de agresiones se ha vuelto endémico en el balompié europeo, donde se han dado casos tan lamentables como el lanzamiento, en 2014, de un plátano contra el entonces defensa del Barcelona, el brasileño Dani Alves. Apenas hace unos días, otro jugador ghanés, Sulley Muntari, recibió insultos por el color de su piel cuando disputaba un partido en la capital de Cerdeña, un recordatorio de lo arraigada que se encuentra la discriminación racial en el deporte italiano, donde se han registrado al menos 80 eventos racistas en dos años, considerando únicamente las ligas juveniles. En Europa el problema se encuentra generalizado a tal punto que a inicios de este año el delantero italiano Mario Balotelli lanzó la pregunta de si acaso el racismo es legal en Francia.

Volviendo a México, cabe recordar que el racismo no es la única forma de intolerancia que practica de manera consuetudinaria una parte de los aficionados al futbol. En efecto, este 27 de abril la Federación Internacional de Futbol Asociación impuso a la Federación Mexicana de Futbol la séptima multa debido a los cánticos homofóbicos que los hinchas realizan cuando el guardameta del equipo contrario se dispone a despejar el balón, sin que hasta ahora los federativos mexicanos tomen acciones serias para erradicar definitivamente de los estadios el insidioso grito de Ehhhhh, ¡puto!, por el cual lamentablemente el balompié nacional se ha dado a conocer en el mundo.

Ya sea que señalen el color de la piel de los jugadores o que apunten al uso peyorativo de la orientación o preferencias sexuales, es imperante poner término a cualquier expresión de intolerancia y discriminación en todos los ámbitos, entre los cuales el deporte organizado debe constituir una prioridad por su papel ejemplarizante y su especial influencia en la vida pública.