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Crimen contra la libertad

La versión oficial es que los criminales trataron de huir pasando el coche por la banqueta

Sin cámaras de videovigilancia, la zona en la que homicidas abandonaron el auto de Javier Valdez
Enviado
Periódico La Jornada
Jueves 18 de mayo de 2017, p. 6

Culiacán, Sin.

El coche Corolla rojo, matrícula VMY4906, propiedad del periodista Javier Valdez, fue abandonado por sus homicidas en una zona donde no hay cámaras de seguridad, atrapado entre la pared de una escuela, un poste y una bolada de metal.

La versión oficial es que los asesinos trataron de huir pasando el coche por la banqueta para evitar el tráfico de la zona, como si se tratara de una escena de cine. Pero en el punto donde abandonaron el vehículo no hay posibilidad de que un coche pase, pero sí de estacionarlo.

Autoridades locales indicaron que las primeras investigaciones estiman que en el homicidio de Javier Valdez participaron dos personas; ambos viajaban en el vehículo que habría cerrado el paso al periodista en la avenida Vicente Riva Palacio, entre Teofilo Noris y General Ramón F. Iturbide.

Aún no se determina si ambos sicarios descendieron de la unidad y dispararon contra el escritor y periodista, pero supuestamente uno siguió en el vehículo que le impidió el paso al comunicador, mientras el otro abordó la unidad de Javier Valdez y avanzó poco más de un kilómetro, de diez a 12 calles, para luego abandonar el coche y darse a la fuga ya sin la unidad. Nadie vio nada.

Los asesinos se fugaron por la avenida Riva Palacio y luego tomaron Aquiles Serdán, hasta la escuela federal Manuel Ávila Camacho, y antes de llegar a la calle Cristóbal Colón, quien conducía el vehículo subió el coche a la banqueta.

El automóvil pasó entre la pared y un poste de luz, pero ya no logró cruzar por donde está una bolada de metal. La pared no tiene ningún rastro de contacto, pero los postes metálicos sí, unos cuantos tallones donde se observa pintura roja correspondiente al automóvil de Javier Valdez.

En el sitio no hay ninguna cámara de videovigilancia. Enfrente de donde se abandonó la unidad hay un negocio de ambulancias, pero sólo graba la entrada del inmueble. En la contraesquina se ubica un consultorio médico que tiene tres cámaras en un volado del pequeño edificio, pero ninguna apunta al sitio donde quedó empotrado el vehículo de Valdez.

En esta capital sinaloense se colocaron en los años recientes más de 900 cámaras de videovigilancia que deben estar conectadas a centros de monitoreo bajo control de las autoridades, pero solamente 9 por ciento funcionan.