Opinión
Ver día anteriorViernes 19 de mayo de 2017Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Penultimátum

Trump: necedad

E

l presidente Donald Trump señala repetidamente la necesidad de sellar su país con un muro en la frontera con México para evitar que lleguen las drogas ilegales que envenenan a millones de sus ciudadanos. Acusa a los migrantes de América Latina de introducirlas.

Según las agencias internacionales que estudian el problema de los cultivos ilícitos en nuestro continente, éstos no han disminuido en los tres principales centros de siembra de la planta de coca: Colombia, Perú y Bolivia. En Colombia el número de hectáreas aumentó entre 2014 y 2015 de 69 mil a 96 mil.

Lo atribuyen a la prohibición de fumigar desde el aire con glifosato las zonas sembradas. Es un herbicida de Monsanto muy tóxico y que afecta la salud de quienes viven en el área donde se esparce y al medio ambiente. Según la Organización Mundial de la Salud el glifosato puede llegar a producir cáncer. Ahora sólo se permite fumigar en forma terrestre y efectuar la erradicación manual de los sembradíos. Se espera que el acuerdo de paz firmado entre el gobierno y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, reduzca dicha extensión en las zonas donde ésta tiene influencia.

En Perú tampoco han sido efectivos los mecanismos para reducir la siembra de coca y sustituirla por cultivos comerciales. La superficie cosechada suma más de 60 mil hectáreas. En Bolivia la política anticoca de Washington la rechazó el gobierno de Evo Morales, que considera a esa planta un bien cultural ancestral. La población utiliza la hoja para muy diversos usos. Mas está prohibido transformarla en cocaína.

Aunque en los tres países citados aumentaron los decomisos y la destrucción de miles de pequeños laboratorios para procesarla. Aunque Estados Unidos presume tener mejores controles para que no lleguen a su territorio cocaína, drogas sintéticas, heroína y mariguana, el consumo crece entre sus ciudadanos. El secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, acaba de reconocer que el gobierno no ha hecho nada para reducirlo. Además, la producción local y legal de mariguana genera 122 mil empleos y mueve 6 mil millones de dólares.

Después de un siglo de criticar a otros como origen del problema, cuando su agencia antidrogas, la DEA, dispone de enormes recursos y se inflitra en América Latina, Trump cree que el problema terminará con el muro y acciones policiacas contra los cárteles de la droga. La historia muestra que esa visión sólo ha dejado miles de muertos, violencia extrema y descomposición social en los países productores. Y extendido el poder de los cárteles y las bandas criminales gracias a la pobreza, la corrupción, la impunidad.

Olvida que se trata también de un asunto de salud pública. Y que costaría muchísimo menos prevenir el consumo que impedir, sin éxito, que las drogas lleguen a Estados Unidos.