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La ciudadanía no conoce la gravedad de las agresiones

La sociedad no se ha apropiado de la causa de los informadores: activistas
 
Periódico La Jornada
Martes 23 de mayo de 2017, p. 12

Los periodistas no han tenido la capacidad de hacer ver a la sociedad la gravedad que tiene el asesinato de uno de los profesionales del gremio. De ahí que pese a que en años recientes en el país han sido ultimados más de 100 periodistas, la ciudadanía no se ha unido totalmente a la demanda de justicia.

Defensores de la libertad de expresión que participaron en la mesa Ser periodista hoy en México #NosEstánMatando, que se realizó ayer en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, coincidieron en que la impunidad de los crímenes contra comunicadores y medios genera que las agresiones continúen.

Ixchel Cisneros, del Centro Nacional de Comunicación Social, puntualizó que donde verdaderamente están matando a los periodistas es en los estados, pero rechazó que las únicas causas sean el narcotráfico y la violencia que se vive en el país, sino que las agresiones se dan porque hay un contexto de violencia institucional en el que autoridades de los tres niveles y hasta los mismos medios atentan contra estos profesionales.

Lamentó que en las manifestaciones por los crímenes contra reporteros, como la más reciente la semana pasada tras el asesinato del corresponsal de La Jornada en Sinaloa, Javier Valdez, sean sólo comunicadores quienes salen a las calles, mientras la sociedad no se apropia de la causa de los periodistas.

Ello, porque, dijo, no hay claridad en lo delicados que resultan para el país estos crímenes. No hemos sabido transmitir a la sociedad en qué le afecta que maten a periodistas. Por ello recomendó, entre otras cosas, la unión del gremio y trabajar para que la indignación por la violencia contra el sector también sea retomada por la ciudadanía.

Dario Ramírez, ex director de Artículo 19 en México y Centroamérica y hoy integrante de Mexicanos contra la Corrupción, recordó que por una década las organizaciones por la libertad de expresión trabajaron en una agenda de protección que incluía como partes nodales la creación de la fiscalía de atención a delitos contra el gremio y el mecanismo de protección para periodistas.

Pero hoy éstas no sirven de nada, subrayó. Era una buena idea, pero al final se desvirtuó. Hemos avanzado en términos de indignación, pero entre comillas, porque a los periodistas no los veo protestando como si fueran un grupo vulnerable, como si no hubiera 106 colegas asesinados y 24 desaparecidos. El último fue hace tres días en Michoacán, y no nos importó mucho.

Antonio Martínez, defensor de la libertad de expresión y cofundador del proyecto Horizontal, destacó tres condiciones por las que se dan las agresiones contra los periodistas: que el sistema político mexicano no transitó a la democracia y sólo se dio un cambio de partidos, pero permanecieron las estructuras corporativas y de poder; que los medios de comunicación tampoco se democratizaron y se mantiene la relación entre los dueños de éstos y las clases gobernantes y de poder, y la mala visión que la labor de muchos comunicadores ha generado entre la sociedad.