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Espera que la prueba atraiga el interés de más andarinas

En los 50 km, las mujeres tenemos fuerza y resistencia: Érika Morales
 
Periódico La Jornada
Lunes 29 de mayo de 2017, p. 5

Una prueba que estaba destinada para los varones fue superada por la capitalina Érika Morales Cruz, la primera marchista mexicana en los 50 kilómetros, que comenzó a escribir su propia historia para alentar a las mujeres a practicar y unirse a esta nueva experiencia.

No se desespera y sabe que llegará su momento, pues al igual que sus rivales, que no llegan ni siquiera a la decena en todo el mundo, aguarda competencias para demostrar que tenemos resistencia, pero sobre todo fuerza mental y física, para soportar la distancia más larga del atletismo.

Érika lo experimentó hace dos meses. Era su debut en Monterrey, en el Challenge, avalado por la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo. No hubo más competidoras y tuvo que salir en la prueba de los hombres.

Terminó la distancia dos horas después que ellos. Su tiempo de 5:02.33 horas fue reconocido como récord mexicano, aunque a la deportista de 30 años no le causa gracia, ya que buscaba terminar antes para estar entre las primeras en la lista que encabeza la portuguesa Ines Henriques (4:08.26) a principios de 2017. La clasificación la integran representantes de China, Estados Unidos, Brasil y Perú.

Bióloga y fisioterapeuta deportiva, Morales se interesó por la marcha hace tres años al acompañar a los equipos que realizaban campamentos en Bolivia, sobre todo los de Nuevo León, que es la entidad con la que trabaja y representa.

En uno de esos viajes pidió al entrenador Pedro Aroche que le hiciera una prueba y el ex mundialista y medallista panamericano me dijo que tenía muchas cualidades y resistencia, y eso me alentó.

A una altura de más de 3 mil metros, Érika realizó distancias de 30 y 40 kilómetros, una preparación que hizo por semanas para la competencia de Monterrey. Sí los cumplí, pero no quedamos satisfechos, porque queríamos hacer menos tiempo. Mi inexperiencia y afinar más la técnica fue la diferencia, relata la marchista.

Cuando llegó a la meta la esperaban tres médicos para asistirla. No me sentía mal ni estaba agotada. Mi sensación era de desconfianza, por mi técnica, que no está muy pulida, y las advertencias que recibí, cuenta la capitalina, quien entrena en el Desierto de los Leones y el Centro Nacional de Desarrollo Deportivo y Alto Rendimiento.

Espero que otras mujeres se animen para abrir camino y la oportunidad de estar en unos Juegos Olímpicos, en una distancia que todavía no estará en el próximo Mundial de Londres, a realizarse en agosto, pero que podría ser aceptada para las siguientes ediciones.

En junio, Morales competirá en el Campeonato Nacional de Atletismo, en Monterrey, pero en la prueba de 20 kilómetros.