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La guerrerense de 24 años compitió en 10 Mundiales y vivió la evolución de este deporte

México es el paraíso del surf, pero faltan recursos, lamenta Pamela Verboonen
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La joven surfista afirma que muchos competidores deben pagar gran parte de su viáticosFoto cortesía de la atleta
 
Periódico La Jornada
Domingo 4 de junio de 2017, p. a14

Pamela Verboonen es una de las surfistas mexicanas con más experiencia, al ser la única que ha competido en 10 campeonatos mundiales. La guerrerense ha visto la evolución del surf nacional desde que comenzaron en el país los torneos para mujeres, hasta ahora que Jhony Corzo se coronó campeón del orbe.

En las playas de Zihuatanejo Pamela comenzó de niña a probar suerte en el deporte de las olas. Su padre fue campeón nacional de surf, incluso llegó a competir en dos mundiales. Toda mi familia se dedica al mar: son buzos, pescan... No había manera de que mi vida estuviera alejada de él, dice la joven de 24 años.

Pamela, chica risueña de tez aceitunada y con mechas californianas en el cabello, recuerda que sus primeros intentos en el surf fueron cuando era niña y robaba las tablas de mi papá para irme al mar.

Entré de relleno

Cuando tenía 13 años de edad compitió por primera vez en el Campeonato Nacional sólo para completar los lugares, porque faltaban niñas y nos metimos de relleno.

La sorpresa fue que sin tener mucha experiencia se ganó un lugar para participar en Mundial. “Yo no sabía surfear muy bien, de hecho, mi papá todavía me empujaba, pero iba motivada”, confiesa entre risas.

Sin embargo, al llegar al certamen se enfrentó a la realidad. En el Mundial me decepcioné porque vi que tenían otro nivel, además llevaban entrenadores, sicólogo, masajista; yo iba sola con mi papá y mi mamá.

Además, como mujer le fue más complicado sobresalir en este deporte, porque la mayoría de los recursos los destinaban para los hombres. Algunos seleccionados pedían que no se llevaran a las chicas a las com- petencias, porque consideraban que sólo ocupabamos espacio.

A pesar de la desilusión por la falta de recursos, Pamela había sido cautivada por este deporte. Así que comenzó a entrenar bajo la guía de su padre hasta consolidarse como una de las surfistas más destacadas del país.

Los practicantes del surf pareciera que jamás le temen al mar pese a la ferocidad con la que los llega a azotar. Verboonen recuerda que en una ocasión se dejó llevar tanto por el interés de encontrar una gran ola que de pronto ya se encontraba sumergida en el agua.

Sólo recuerdo que vi arriba de mí el reflejo del sol, cerré los ojos y cuando los abrí ya estaba en la playa, relata con tal tranquilidad que parece omitir que estuvo en riesgo su vida.

Tampoco se ha salvado de los asaltos con los que sorprenden los tiburones. En una ocasión sentí que algo me pegó en el costado derecho. Me dolió mucho y cuando salí del mar me di cuenta que tenía sangre, había chocado con un escualo pequeño, narra al tiempo que suelta una risa.

Su talento le ha permitido participar en 10 Mundiales, donde su mejor lugar lo obtuvo en la edición de Perú 2013, al quedar en el puesto 16. Ahora ha tenido que suspender temporalmente su carrera para estudiar, porque sabe que vivir del surf sería complicado.

México es el paraíso para practicar este deporte, porque tenemos todo tipo de olas, así como playas con agua fría y caliente, donde incluso vienen a entrenar los mejores del mundo, afirma. Sin embargo, destaca que la falta de recursos ha impedido un mejor desarrollo.

En muchos eventos los surfistas tienen que pagar gran parte de sus viáticos, lamenta, al tiempo que señala que a diferencia de otras selecciones nosotros no tenemos ni sicólogo del deporte. No obstante, se muestra convencida de que el logro de Corzo le permitirá al surf mexicano seguir deslumbrado. Quizá hasta podríamos sorprender en los Juegos Olímpicos de 2020.