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México SA

Economía difuminada

Inflación vs crecimiento

INE: ¿descabellado?

C

oncluye la semana con datos duros que difuminan la forzada sonrisa de funcionarios y jilgueros, producto, según dicen, del comportamiento razonablemente bueno de la economía nacional, calificativo que, dicho sea de paso, no trasciende el circuito oficial en el que el intercambio de piropos es una constante.

El Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, divulgó su análisis semanal (Inflación: un factor de riesgo para el crecimiento), del que se toman los siguientes pasajes.

En días pasados el Banco de México modificó al alza su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana para el presente año (lo empató con el de la Secretaría de Hacienda) y lo elevó de un rango de entre 1.3 y 2.3 por ciento a otro de entre 1.5 y 2.5 (de cualquier suerte, la OCDE lo redujo a 1.9 por ciento). Dicha modificación se vio influida por los resultados del producto interno bruto nacional, que durante el primer trimestre del año en curso registró un incremento anualizado de 2.5 por ciento, proporción por encima de la mayoría de las estimaciones de los analistas. Sin embargo, los riesgos que podrían afectar el ritmo de crecimiento de la economía nacional están lejos de disiparse.

Entre las adversidades relevantes destaca la inflación, que en mayo pasado alcanzó una variación de 6.2 por ciento, no registrada desde abril de 2009. Si bien el Banco de México ha manifestado que el rumbo inflacionario se encuentra bajo control y que se ubicará dentro de su objetivo de 3 por ciento (con variación de más-menos un punto porcentual) hacia finales de 2018, esto no ha impedido que se presenten efectos negativos, particularmente en las expectativas empresariales como resultado de que el Índice Nacional de Precios al Productor ha exhibido incrementos de hasta 10.8 por ciento a principios de año.

El encarecimiento de los insumos para la producción ha contribuido para que la confianza del sector empresarial continúe deteriorándose. Durante mayo nuevamente registró un nivel inferior al de un año antes, particularmente en los tres sectores analizados por el Inegi: manufacturas (-1-1 puntos), construcción (-1.3) y comercio (-1.0). De hecho, los tres sectores a la vez han tenido variaciones negativas desde octubre de 2016. De esta forma, para afrontar costos más elevados y evitar un encarecimiento en los precios de sus productos, las empresas contarán con menos recursos que pueden destinar para futuras inversiones que se traduzcan en una mayor producción e incluso en el incremento de su planta laboral.

Los dos subíndices del indicador de confianza empresarial del sector manufacturero que mayor descenso observaron fueron los relativos a la situación económica actual y a la que se vislumbra. El primero de ellos cayó 2 por ciento y el segundo 2.1, el doble del resultado negativo promedio. Aun así, en la construcción resultó todavía peor, pues el momento adecuado para invertir se desplomó 3 por ciento, y 2.7 el relativo a la situación económica actual.

Un factor de riesgo inherente, entre otros, es el nivel de precios del productor, cuyo incremento ha sido de prácticamente el doble de la inflación nacional, de tal suerte que de continuar con dicho ritmo de crecimiento durante los próximos periodos, la evolución de la confianza empresarial podría verse mermada al tener que enfrentar costos más elevados, lo cual reduciría sus ganancias y con ello también sus inversiones futuras.

De acuerdo con las cifras oficiales del primer trimestre de 2017, la inversión fija bruta de nuestro país registró una variación nula (cero por ciento) con respecto al mismo periodo del año pasado, donde el incremento reflejado (5.1 por ciento) por la adquisición de maquinaria y equipo de transporte –tanto de origen nacional como importado– se vio opacado por la caída exhibida en la inversión en construcción (-3.2) como resultado de una disminución significativa en la parte no residencial (-7.6), es decir, un menor gasto en construcciones de uso comercial, industrial, etcétera.

La tendencia de la inversión fija bruta presenta un comportamiento estancado luego de exhibir una trayectoria negativa durante los meses pasados. Tal escenario podría sugerir que la magnitud de crecimiento de la inversión sería moderada en los próximos periodos.

Por el lado de la confianza de los consumidores, en mayo se registró un avance de 3.8 por ciento respecto del mes inmediato anterior, medido con cifras originales. Todos los componentes que integran el indicador presentaron variaciones mensuales positivas. Con todo, el índice de confianza del consumidor registró una variación anual negativa (-5.6 por ciento) ya que, a diferencia de los datos mensuales, todos los elementos se ubicaron en terreno negativo en términos anuales.

Para lo que resta del año luce probable que la tasa de crecimiento económico para nuestro país sea inferior a 2.5 por ciento (como lo estiman Hacienda y Banco de México) exhibido durante el primer trimestre de 2017, como consecuencia de la debilidad en la actividad industrial y un desempeño menos acelerado en las actividades terciarias ante el incremento en el nivel de precios.

La depreciación en el tipo de cambio y el ajuste en los precios de los energéticos han sido factores determinantes para que la inflación alcance niveles no observados desde hace ocho años, lo que sin duda llevará a replantear los hábitos de consumo de las personas, aplazando quizá la adquisición de bienes durables. Por su parte, las empresas limitarán su gasto en inversiones futuras, las cuales tendrán también repercusiones en el mercado laboral, si bien no con la reducción de plazas laborales, sí con la generación de puestos de trabajo con una remuneración más baja para hacer frente al incremento en los costos de sus insumos de producción.

Las rebanadas del pastel

Con la cara más dura que el concreto el Instituto Nacional Electoral asegura que es descabellado decir que hubo fraude en los recientes comicios, cuando lo verdaderamente absurdo es afirmar que México cuenta con una autoridad electoral, sobre todo imparcial, eficiente y ciudadanizada… Y en la misma tesitura está el panista Javier Corral, el de Chihuahua, quien a casi tres meses del asesinato de nuestra compañera Miroslava Breach y, evasiva tras evasiva, dice no encontrar a los autores de tal vileza, pero, eso sí, dedica todo su tiempo y recursos en la grilla con miras a la sucesión del próximo año.

• Twitter: @cafevega