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Presentó su colección Irisaciones en la cotidianeidad de los difuntos

Josu Iturbe retoma la pintura; explora la irreverencia y la ironía de la muerte

Trato de que el tema sea más humorístico que dramático, porque para dramas ya tenemos bastante en este país de fosas, con todos sus conflictos, expresa el autor en entrevista con La Jornada

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Josu Iturbe dio a conocer sus trabajos gráficos más recientes en una venta de estudio, mi pequeña trinchera, porque cada día hay menos lugares independientes para exponer, explica a La JornadaFoto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Viernes 16 de junio de 2017, p. 5

La muerte, desde su aspecto irreverente e irónico, es el tema de la obra reciente del artista y escritor Josu Iturbe (Bilbao, 1964), radicado en México desde hace 30 años, quien el miércoles presentó su colección Irisaciones en la cotidianeidad de los difuntos, dibujos y papeles, en una venta de estudio.

Con ese proyecto retoma la pintura luego de un receso que ocupó para dedicarse a escribir. Tenía ganas de volver a dibujar, y a través de este tema comencé a hacerlo el pasado enero; hice una al día hasta completar 68 obras durante dos meses, explica el autor en entrevista con La Jornada.

Son escenas a manera de realidad paralela de los muertos, continúa, pues trato de que sea más humorístico que dramático, porque para dramas ya tenemos bastante en este país de fosas, con todos sus conflictos. Lo mío es una reflexión irónica que trata de quitar fierro. Son también historietas a las que luego pienso dar continuidad haciendo un cómic.

Más interés por México que por Europa

Josu Iturbe llegó a México hace tres décadas para presentar sus propuestas pictóricas, luego de montar algunas exposiciones en lugares como el Hospicio Cabañas, en Guadalajara, se dedicó a la ilustración y más tarde su actividad artística desembocó en la literatura.

“Ha sido una evolución; tengo 11 libros publicados (el más reciente Ribeiro Suites, editado por Suma de Letras), y ahora, al volver a pintar, esta exposición es un homenaje a México, por el tema y su iconografía, y es a la vez mía, al fin una idea donde estamos juntos este país y yo, con ingredientes diversos, porque me interesa más México que Europa.”

El artista expresa que aun cuando el arte es muy importante, en estos tiempos se están perdiendo sus valores, “porque se ha diluido la calidad, todo mundo piensa es artista porque tiene un teléfono y hace fotos. Se pierde el rigor, como sucede también con la prensa, donde todos son opinólogos y no existe un filtro para saber de dónde viene la información, si es real o se la ha inventado un loco. No hay criterio. El arte padece lo mismo.

“Sobre todo, el arte jala hacia el mercado. Son más importantes los récords de ventas y el tratar de exponer en un museo teniendo 20 años. No tiene sentido. El museo es algo donde acaba el arte, donde está muerto, ¿empezar por ahí? Es absurdo.

La posmodernidad nos dio una revolcada y otra vez estamos en una ultramodernidad, en el concepto de progreso, de que todo va bien, pero volvemos al abismo.

Es por ello que Iturbe mueve su obra totalmente fuera del mercado de arte, con presentaciones y ventas de estudio en su propio espacio de trabajo, “desde mi pequeña trinchera hago lo que puedo, porque también cada día hay menos lugares independientes donde exponer, no hay apoyo de ninguna clase.

“Por el contrario, quienes viven de la cultura orgánica, reciben becas, pero no sé si sus proyectos van a fructificar porque no hemos escuchado que digan que el nuevo Francisco Toledo salió de una beca. Son personas con proyectos para el autoconsumo de la élite cultural, que sólo entienden ellos.

Por eso he decidido vivir sin tener grandes pretensiones económicas, pero vivir como quiero, leer, escribir y pintar. No me voy a hacer rico ni famoso, porque ello implicaría además el aplastamiento del mensaje, del contenido, porque quienes buscar dinero y fama en el arte deben de hacer cosas al gusto de todo el mundo. Tener éxito implica venderse.

Al respecto, propone el artista, el público debería informarse, “pero también desinformarse más, quitarse sobrentendidos, leer y confiar en su criterio, y si una exposición le parece una porquería, que lo piensen sin sentirse culpables ni pensar, ‘¿seré tonto?’

“El arte se ha convertido en una especie de safari, en experiencias performáticas. ¿Qué hay en las galerías? Las cosas híperseguras que tienen que ver con modas, ¿quién establece el criterio de qué vale y qué no?

El arte es un mundo complejo que puede englobar la política, la lingüística, la historia, la ciencia. Hay que tratar de irse por ahí y no simplificarlo, como siento que lo han hecho, concluye el pintor.

Josu Iturbe ha publicado la novela El cadáver crítico (en Suma de Letras) y otros títulos más, entre los que destacan Femenino criminal y Guarradas Light (dos colecciones de cuentos eróticos con ilustraciones del propio autor), el ensayo El arte del mercado del arte, y los poemarios A infinita tragedia, 9 poemas previos a Bakalao y Bakalao. También se ha desempeñado como ilustrador, crítico de arte, creativo publicitario, guionista de televisión y productor radiofónico.