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Joesley Batista asegura que el Estado es dominado por criminales

Lula y el PT institucionalizaron la corrupción en Brasil: empresario
 
Periódico La Jornada
Lunes 19 de junio de 2017, p. 26

Río de Janeiro.

El empresario brasileño Joesley Batista, quien inició el escándalo de corrupción que involucra al presidente Michel Temer, también incriminó al ex mandatario Luiz Inácio Lula de Silva, publicó este domingo el portal Globo.

Lula y el PT (Partido de los Trabajadores, de izquierda) institucionalizaron la corrupción, señaló Batista en una entrevista con la revista Época, del grupo mediático Globo.

Lula tiene que responder en cinco juicios vinculados con la megacausa sobre corrupción política que investiga la operación Lavado Rápido.

Época publicó el fin de semana la entrevista con Batista, de la cual había adelantado varios pasajes sobre Temer.

El empresario, dueño de JBS, el mayor productor de carne del mundo, aseguró, respecto de Lula, que durante los años que gobernó el PT en Brasil (2003-2016) las tramas de corrupción se expandieron en todas las esferas del poder público.

Se crearon núcleos con división de tareas en estados, ministerios, fondos de pensión y bancos, destacó el empresario, quien también enfrenta acusaciones de corrupción e hizo un acuerdo con la justicia –conocido como delación premiada– para evitar ir a juicio.

El resultado es que el Estado brasileño está dominado por organizaciones criminales y el modelo del PT se reprodujo en otros partidos, completó Batista.

Lula, presidente de Brasil entre 2003 y 2011, enfrenta cinco acusaciones de corrupción por hechos ocurridos presuntamente durante sus años de gobierno, aunque el juez Sergio Mora no cuenta con ninguna prueba.

Los procesos contra el ex mandatario abarcan acusaciones de tráfico de influencia, lavado de dinero y sobornos, tanto en Brasil como en el exterior, para favorecer a contratistas privados en licitaciones de empresas públicas del Estado brasileño.

En uno de esos procesos, conocido como el caso del departamento tríplex, el Ministerio Público pidió que Lula sea condenado por corrupción pasiva, soborno y el pago de una multa de 27 millones de dólares.

El ex presidente es acusado de haber aceptado que la constructora OAS reformara para él un departamento en la localidad de Guarujá, en la costa del estado de Sao Paulo, como parte de los sobornos para que fuera favorecida con contratos de licitación pública.

Los procesos contra Lula son parte de la causa Lavado Rápido, investigación sobre corrupción política que comenzó hace más de tres años inicialmente en la petrolera estatal Petrobras. La megacausa involucra a decenas de empresarios y políticos.