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La directora de la Unesco expresa al pueblo de Irak la solidaridad del organismo

Condena Irina Bokova la destrucción de la gran mezquita y su minarete en Mosul

Esa acción agrava las heridas de una sociedad afectada por una tragedia humana sin precedente, señala

Reitera su disposición a restaurar y rehabilitar la riqueza cultural cuando sea posible

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Efigie de una mujer mirando hacia abajo (imagen del 27 de julio de 2005), en las ruinas de Hatra, milenaria ciudad ubicada más de cien kilómetros al sur de Mosul, donde milicianos del grupo Estado Islámico arrasaron con tesoros arqueológicos en 2015, un día después de que saquearon NimrudFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Viernes 23 de junio de 2017, p. 5

París/ Mosul/ Irbil.

Irina Bokova, directora de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), expresó ayer su consternación por la destrucción de la mezquita al-Nuri y su minarete inclinado, ícono del casco antiguo de Mosul, acción que profundiza las heridas de la sociedad iraquí.

Esta nueva destrucción agrava las heridas de una sociedad de por sí afectada por una tragedia humana sin precedente, dijo Bokova en un comunicado. En este día deseo expresar al pueblo de Irak la solidaridad renovada de la Unesco y nuestra disposición a ayudar, restaurar y rehabilitar el patrimonio cultural cuando esto sea posible, añadió.

Desde que conquistó extensos territorios de Siria y de Irak, el Estado Islámico (EI) arrasó varios monumentos, algunos de ellos declarados patrimonio de la humanidad por la Unesco, porque considera las estatuas o los mausoleos como idolatría. Por eso en Irak, el EI llevó a cabo una limpieza cultural destruyendo algunos de los vestigios de la antigua Mesopotamia, según la Organización de Naciones Unidas, o vendiendo partes de ellos en el mercado negro.

La destrucción de estos dos monumentos se perpetró el pasado miércoles, en la cuarta jornada de la ofensiva de las fuerzas armadas iraquíes en la ciudad vieja de Mosul, donde los yihadistas están atrincherados y oponen fuerte resistencia.

El comandante de las fuerzas iraquíes respaldadas por la coalición internacional, general Abdulamir Yarallah, acusó al EI de este nuevo crimen histórico.

Sin embargo, el grupo extremista reaccionó con rapidez a través de su agencia de propaganda Amaq y acusó a la aviación estadunidense de destruir los dos monumentos con un bombardeo.

Fue precisamente en esa mezquita donde en julio de 2014 el líder de los yihadistas radicales, Abu Bakr al-Baghdadi, se proclamó califa de los territorios conquistados por sus combatientes en Irak y Siria. Aquella fue la única aparición en público conocida del jefe del EI.

¿Bombardeo de la aviación de EU?

El primer ministro iraquí, Haider Al Abadi, calificó la destrucción del monumento de declaración oficial de derrota.

Pero esta demolición ya se preveía: mandos militares habían advertido que el EI no permitiría que las fuerzas iraquíes retomasen el control de ese monumento en lo que sería una victoria altamente simbólica.

Hicieron estallar el lugar en un intento de cubrir sus importantes pérdidas en los medios, pero los medios y la gente ven las victorias y ven el colapso del EI, dijo en Mosul el general de brigada Falah Fadel Al Obeidi, de las fuerzas de élite antiterroristas.

El minarete y la mezquita de la ciudad iraquí de Mosul han engrosado la lista de tesoros arqueológicos destruidos por el EI en Siria y en Irak.

El ejército iraquí atribuye la destrucción de esos dos monumentos de Mosul al EI, que lo niega y lo achaca a un bombardeo de la aviación estadunidense.

La coalición rechazó esa acusación. El portavoz, el coronel del ejército estadunidense Ryan Dillon, dijo que los aviones de la coalición no realizaron misiones en el área en esos momentos.

A primera hora de la mañana subí al techo de mi casa y me sorprendí de que el minarete ya no estaba, dijo por teléfono Nashwan, trabajador que vive en el barrio de Khazraj, cerca de la mezquita. Sentí que había perdido a un hijo, añadió. Sus palabras reflejan el estupor y la rabia de muchos por el destrozo de la Gran Mezquita de al-Nuri y su minarete, conocido entre los iraquíes como el jorobado.

Milicianos del EI volaron la mezquita durante las celebraciones de Laylat al Qadr, la noche más sagrada del año para los musulmanes. La Noche del Poder conmemora la ocasión en que el Corán le fue revelado al profeta Mahoma durante el mes sagrado del Ramadán, que está en curso.

En Mosul, conquistado en los primeros días de la ofensiva del EI en junio de 2014, los yihadistas saquearon tesoros preislámicos del museo local, según un vídeo difundido en febrero de 2015.

Según responsables de las antigüedades, unas 90 obras quedaron destruidas o dañadas. Los combatientes del EI, que también prendieron fuego a la biblioteca de la ciudad, dinamitaron en julio de 2014 delante de la muchedumbre la tumba del profeta Jonás, también llamado Nabi Yunés.

En un video difundido en abril de 2015 se ve a combatientes de este grupo destruir con maquinaria pesada, picos y explosivos el recinto arquitectónico de Nimrud, joya del imperio asirio fundado en el siglo XIII. Las fuerzas iraquíes se reapropiaron del lugar en noviembre de 2016.

El grupo arremetió también contra Hatra, ciudad del periodo romano de más de 2 mil años de antigüedad. Las fuerzas progubernamentales iraquíes recuperaron la localidad a finales de abril.

Daños por artillería pesada

En Siria, en Palmira, ciudad ocupada en dos ocasiones antes de que las fuerzas del régimen la reconquistaran el 2 de marzo de 2017, el grupo extremista sunita destruyó los templos más bellos y algunas torres funerarias. También vandalizó el lugar arqueológico asirio de Tell Ajaja y destruyó o saqueó los de Mari, Dura y Apamea.

Pero el EI no es el único responsable del saqueo del patrimonio sirio, sino que parte de las destrucciones se debieron a combates con artillería pesada.

En Alepo, el minarete selyúcida de la mezquita de los Omeyas se derrumbó y el zoco de tiendas a veces centenarias quedó parcialmente devorado por las llamas.

Una zona de las murallas de la ciudadela quedó destruida. Dos tercios del casco antiguo fueron bombardeados e incendiados, según la Unesco.

El Crac de los Caballeros, ciudadela de los cruzados cerca de Homs, sufrió daños, al igual que el museo de mosaicos en Maarat al Numan. A las fuerzas del régimen también se les acusa de saqueos.