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Penultimátum

Turquía: retroceso en derechos humanos

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urquía vive hoy el mayor retroceso en derechos humanos: cierre de medios que no alaban al régimen que preside Recep Erdogan, miles de presos políticos, persecución a intelectuales, partidos de oposición y las minorías étnicas, en especial la kurda. Turquía se aleja del mundo democrático, mientras los presidentes Trump y Peña Nieto refrendan su amistad con quien ahora manda en lo que quedó del imperio otomano.

Hace un siglo el pueblo armenio fue víctima del primer genocidio de la historia a manos de Turquía, que se resiste a aceptar esa verdad histórica. Reconocido ampliamente en el mundo, algunos países no lo hacen todavía. Como México. En Estados Unidos, los presidentes Clinton y Obama intentaron condenarlo oficialmente, pero se impuso el interés político, militar y económico.

En Ararat (2002), el cineasta Atom Egoyan narra lo que fue ese genocidio. Ahora lo hace el director Terry George en La promesa, protagonizada por Christian Bale, Oscar Isaac y Charlote Le Bon, que actualmente se exhibe en México. En ella se muestran crudamente las caravanas de la muerte organizadas en 1915 por el régimen turco. Cientos lograron sobrevivir, como lo cuenta el escritor estadunidense Mark T. Mustian en su novela El gendarme. Entre ellos, Arshile Gorky, su hermana menor y su madre, que pudieron llegar a suelo ruso. Su madre nunca recuperó la salud. Murió de hambre. Fue una más del millón y medio de los que perdieron la vida en ese genocidio.

El Museo Withney de Nueva York exhibe permanentemente el óleo El artista y su madre. Para realizar esta obra maestra, el más reconocido pintor armenio se basó en una fotografía tomada en 1912 en su pueblo natal, cuando tenía ocho años. En 1919, Gorky emigró con su hermana a Estados Unidos. Llevaron consigo esa fotografía, quizás su única pertenencia entrañable.

En Boston comenzó su carrera de pintor y la foto lo siguió muchos años. Tardó una década en terminar El artista y su madre (1926-1936) en la cual no pretende reproducir la foto, sino que la reduce a amplias áreas diluidas con suaves pinceladas de color. Los rostros como máscaras y las manos indefinidas sugieren la pérdida de comunicación física y la imposibilidad de acceder a la memoria con el tiempo.

Considerado el padre del expresionismo abstracto, innovador como Jackson Pollock y Mark Rothko, amigo de Diego Rivera, Gorky no pudo olvidar el drama que vivió junto a su familia y su pueblo. Se suicidó en 1948 tras padecer enfermedades, desengaños amorosos y familiares.

El Museo de Arte Moderno de Nueva York dedica una sala a exhibir otra de sus obras maestras: Water of the Flowery Mill. La acompañan las del chileno Roberto Matta y el cubano Wifredo Lam.

Algún día, el gobierno turco tendrá que reconocer el genocidio.