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La compañía de Mihail Vassilev también cerró temporada de Las aventuras de Burantino

Teatro MUF develó una placa para celebrar 30 años de trayectoria escénica

La agrupación ha ofrecido cerca de 4 mil funciones y ha realizado 20 giras internacionales

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Teatro MUF-Teatro de Títeres Compañía Internacional Mihail Vassilev ha representado a México en 45 de los festivales de títeres más importantes del mundoFoto cortesía de la producción
 
Periódico La Jornada
Martes 27 de junio de 2017, p. a11

Teatro MUF-Teatro de Títeres Compañía Internacional Mihail Vassilev celebró 30 años de trayectoria con una función especial de la obra Las aventuras de Buratino, en el teatro El Galeón del Centro Cultural del Bosque (CCB).

La compañía independiente, fundada el 20 de junio de 1987 por Mihail Vassilev, develó el domingo pasado una placa por 30 años de hacer teatro lúdico y divertido en favor de los niños y sus papás.

En este periodo, la agrupación ha ofrecido cerca de 4 mil funciones para más de 500 mil espectadores; ha realizado 20 giras internacionales; 475 representaciones en 94 diferentes ciudades de México, Estados Unidos, Europa y Asia, y ha representado al país en 45 de los festivales de títeres más importantes del mundo.

La develación de la placa fue encabezada por el creador y director artístico Mihail Vassilev y el embajador de Bulgaria, Valentin Modev, quienes estuvieron acompañados por los actores Miguel Ángel Morales, Blanca Ferreyra, Leobardo Márquez y Guillermina Pérez.

Muchas gracias a todos, dijo Vassilev al momento de mostrar al público la placa que también marcó el cierre de temporada de Las aventuras de Buratino, que desde el pasado 20 de mayo se presentó en el CCB.

La obra está basada en el cuento ruso La llave de oro o Las aventuras de Buratino, de Aleksey Nikolayevich Tolstoi, quien retomó la novela Las aventuras de Pinocho, de Carlo Collodi.

Diez títeres artesanales, música, escenografía, iluminación y vestuario diseñado en Bulgaria dieron vida a un cuento mágico y divertido que abordó temas como la alegría, la valentía, el amor, los sueños, el dolor, el miedo, la ilusión y la libertad.

Durante 60 minutos, el público vio cómo hace mucho, mucho, mucho tiempo vivía un pobre artesano, pero buen hombre, que fabricaba marionetas. Su nombre era Papá Carlo quien, a pesar de tener muchas marionetas que lo llenaban de amor, acompañaban y contagiaban de alegría, vivía triste porque estaba encerrado en un castillo.

Sus amigos son comprados por Cárabas, director del Teatro Real de Marionetas, por lo que Papá Carlo ensaya por ;ultima vez con sus marionetas Malvina (cantante de ojos azules), Pierrot (poeta dramático y cómico), dos acróbatas (silenciosos, pero fuertes y hábiles), Pequeñuela (niña coqueta que hace papeles secundarios) y Artemón (perro que siempre ladra).

Al descubrirse solo, Papá Carlo decide crear a Buratino, marioneta que se convierte en su hijo, para que lo acompañe. Este travieso vive muchas aventuras que lo llevan a obtener una llave mágica que le permite encontrar y rescatar a las marionetas recién compradas.

Después de recuperarlas vuleve con su padre para cruzar por una misteriosa puerta que conduce al mundo de los seres humanos, donde podrán actuar libremente en Nuestro Teatro Monumental bajo la luz de las estrellas.