Desde el asesinato de la activista Miriam Rodríguez –ocurrido el pasado 10 de mayo– se han registrado al menos cinco casos más de amenazas contra luchadores sociales, en el contexto de un escenario de violencia que se recrudeció tras el cambio de partido en el gobierno de Tamaulipas.

Así lo advirtió Guillermo Gutiérrez Riestra, padre de una joven desaparecida hace casi seis años, quien lamentó que las autoridades estatales hayan dado a conocer el nombre de dos personas supuestamente involucradas en el asesinato de Rodríguez, porque eso facilita que se escondan para evitar su detención.

En conferencia de prensa, Gutiérrez indicó que las personas que han sido amenazadas desde mayo son integrantes del Colectivo de Familias de Desaparecidos de San Fernando –del cual Miriam Rodríguez era coordinadora–, pero también gente cercana a dicho grupo que no necesariamente pertenece a él.

Lamentó que tras la aprehensión de dos de los presuntos responsables del asesinato de la activista, la Fiscalía de Justicia de Tamaulipas haya revelado el nombre de otros dos sospechosos.

Es una actitud irresponsable que el procurador haya mencionado los nombres de los otros dos, cuando eso se debió haberse guardado por privacidad, consideró el padre de la joven Raquel Gutiérrez Ruiz, quien fue desaparecida en septiembre de 2011, al parecer por un grupo de la delincuencia organizada.

Subrayó que desde la llegada del panista Francisco García Cabeza de Vaca al gobierno de Tamaulipas (en 2016), se ha recrudecido la violencia. El estado no tiene capacidad para enfrentar a la delincuencia y el cambio de gobierno provocó que la situación se agravara. Ahora la disputa no es entre dos o tres grupos criminales, sino entre decenas que disputan las plazas.