Opinión
Ver día anteriorLunes 3 de julio de 2017Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
El voto latino
L

a creciente presencia de latinos en el panorama político de Estados Unidos revela una tendencia cada vez más clara de su importancia en las decisiones políticas. Sin embargo, es necesario matizar la visión común de que los latinos representan un bloque uniforme en sus preferencias políticas y en la forma en que se manifiestan en los procesos electorales.

Es perogrullada señalar que ni los latinos ni otras minorías que forman parte del tejido social estadunidense son cuerpos monolíticos que piensan y actúan al unísono en cuestiones sociales, económicas y políticas. Su participación en la vida del país es reflejo de la diversidad que caracteriza al resto de la sociedad. Aunque la mayoría de los latinos coincide con la demanda de una política justa en torno a los derechos de los migrantes y el reclamo al acceso a la educación, servicios de salud y salarios justos, no necesariamente hay acuerdo entre ellos en temas como el aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo o la libertad de culto religioso.

Eso ha quedado demostrado en diversas contiendas electorales en las que el voto latino no ha tenido los resultados que uno u otro partido político esperaban. Fue sorprendente que, a pesar de los constantes insultos de Donald Trump en contra de la población de origen latino, 30 por ciento votó por él. No fue muy diferente en 2008 y 2012, años en los que un porcentaje similar sufragó primero por McCain y después por Romney, candidatos del mismo partido que llevó a Trump a la presidencia. Vale decir que ninguno fue, ni con mucho, tan agresivo en contra de la población latina como ha sido el actual mandatario.

Si se quiere que el voto latino realmente tenga un peso mayor en favor de sus causas, es necesario explicar por qué aproximadamente 30 por ciento a escala nacional continúa favoreciendo a los candidatos que menosprecian sus derechos. Una respuesta puede ser el efecto de su paulatina y natural asimilación a los valores de los diferentes segmentos de la sociedad, sean estos liberales o conservadores. En ese sentido, no es muy diferente a la forma en que solían manifestarse en los países de los que son originarios.

Las próximas elecciones, a celebrarse en noviembre de 2018, cuando se decidirá la mayoría en ambas cámaras, pudieran tener repercusión grave en el futuro de la población latina. En tal sentido el trabajo de la promoción del voto entre la población latina en favor de los candidatos que procuran su bienestar amerita ser más intenso y sistemático para garantizar derechos que, por ahora, se intenta coartarles: educación, salud y principalmente a ser parte del paisaje del país, sin distinción de género, color u origen.

Aprovecho este espacio para hacer votos por una pronta solución al conflicto que afecta a nuestro periódico. La importancia de un medio como La Jornada obliga a encontrar soluciones por el bien de todos los responsables de su edición, ya que su lectura diaria es parte esencial en la vida del país. No se debe olvidar la dificultad creciente de la prensa escrita en un entorno en el que la comunicación digital gana terreno a pasos agigantados.