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Exhortan a Corea del Norte a cumplir resolución de la ONU

Rusia y China envían a EU mensaje de unidad, rumbo a cumbre del G-20
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Los presidentes ruso, Vladimir Putin, y chino, Xi Jiinping, durante su encuentro en MoscúFoto Afp
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 5 de julio de 2017, p. 24

Moscú.

Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de China, Xi Jinping, al reunirse por tercera ocasión este año, mandaron este martes un inequívoco mensaje de unidad, a escasos días de entrevistarse con su colega de Estados Unidos, Donald Trump, toda vez que los tres coincidirán a finales de esta semana en la ciudad alemana de Hamburgo, durante la cumbre del G-20.

Cada uno por separado y con agenda propia de desencuentros con el inquilino de la Casa Blanca, Putin y Xi –tras dos días de conversaciones en Moscú– dejaron claro su rechazo a la tendencia de Trump de querer imponer la solución más ventajosa para Estados Unidos mediante amenazas y sanciones inaceptables.

Ante el creciente riesgo de conflicto bélico en el extremo oriente, Rusia y China exhortan a Corea del Norte a cumplir las resoluciones del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y declarar una moratoria sobre el lanzamiento de misiles y los ensayos nucleares, a la vez que instan a Estados Unidos y Corea del Sur a asumir el compromiso de suspender sus maniobras militares de gran escala cerca de la frontera, donde se concentran en este momento 28 mil soldados estadunidenses.

En una declaración conjunta, Moscú y Pekín piden moderación a todas las partes, así como renunciar a las acciones de provocación y a la retórica belicista. De modo paralelo invita a los dos estados de la península de Corea a sentarse a negociar y redefinir los principios generales de su relación, que debe basarse en la coexistencia pacífica, la prohibición de emplear la fuerza y el rechazo a la agresión.

Esta propuesta para rebajar la tensión en el Extremo Oriente, que se encuentra al borde de un conflicto bélico, se produjo el mismo día que Corea del Norte realizó un nuevo lanzamiento de un misil. Pyongyang asegura que se trató del primero de carácter balístico intercontinental en su arsenal, mientras el Ministerio de Defensa ruso estima que sus sistemas de radares detectaron más bien la trayectoria de un misil de alcance medio.

Aunque es claro que el programa de armamento norcoreano preocupa por igual a Moscú y Pekín, ambos apuestan por un arreglo político que evite un enfrentamiento directo y que, de llevarse a efecto la irracional amenaza de Trump de lanzar un ataque preventivo contra Corea del Norte, pudiera derivar en catástrofe nuclear con efectos irreversibles para todos.

Los presidentes ruso y chino quieren impedir que su colega estadunidense utilice la actitud desafiante del líder norcoreano Kim Jong-un como pretexto para reforzar la presencia de las fuerzas armadas de Estados Unidos en esa zona del Pacífico.

También que Washington instale en Corea del Sur componentes de su escudo antimisiles, lo cual rompería el equilibrio estratégico regional, y que establezca una estrecha alianza militar con Seúl y Tokio, tema éste que el inquilino de la Casa Blanca se propone discutir con sus colegas asiáticos en un encuentro trilateral, también previsto dentro de unos días en Hamburgo.

Con intereses geopolíticos que no pocas veces se contraponen como, por poner un caso, sucede en Asia central con la abierta competencia que mantienen por atraer a su órbita a las repúblicas ex soviéticas de la zona, Rusia y China a la vez forman una sólida alianza estratégica frente a Estados Unidos, que se refuerza en casos urgentes, como el de Corea del Norte, y salvo excepciones cada vez que ejercen su derecho al veto en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Putin y Xi destacaron los avances que registra la relación bilateral, sobre todo en los ámbitos de la cooperación económica y el comercio. Confían en que los intercambios, que cayeron los años precedentes por la crisis económica, superen este año 80 mil millones de dólares y asistieron como testigos de honor a la firma, en uno de los salones del Kremlin, de unos 40 documentos por un valor total que se estima en 10 mil millones de dólares.

En el área energética, otra de las prioridades, Rusia continúa la construcción del gasoducto acordado en 2014, que permitirá suministrar 38 mil metros cúbicos de gas anuales durante 30 años, a partir de diciembre de 2019.

Putin dio notorias muestras de cordialidad hacia Xi, a quien otorgó hoy la orden de San Andrés, máxima condecoración de Rusia. El líder chino es el tercer extranjero que recibe tal distinción, después del azerbaiyano Gueidar Aliyev y del kazajo Nursultan Nazarbayev.

Desde que Xi asumió la presidencia china, en marzo de 2013, se ha reunido en 22 ocasiones con Putin. El siguiente encuentro ya tiene fecha: septiembre próximo, en Pekín, coincidiendo con la cumbre de los BRICS.