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Daniel Giménez Cacho y Gerardo Trejoluna charlaron en el Cenart

Dos actores comparten por qué militan en el arte teatral

En el ciclo Descorche, la dramaturga Bárbara Colio hizo que los invitados rememoraran en público sus inicios y relataran experiencias

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Bárbara Colio, Daniel Giménez Cacho y Gerardo Tejoluna, en el aula magna José Vasconcelos del Centro Nacional de las Artes, donde los actores participaron en la charla Hablemos de actuación, con la dramaturgaFoto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Viernes 7 de julio de 2017, p. 4

Los actores Daniel Giménez Cacho y Gerardo Trejoluna, de reconocida trayectoria en el mundo escénico, compartieron su experiencia profesional y las razones que los llevaron a los escenarios, en la charla Hablemos de actuación.

El miércoles, en el ciclo Descorche: conversaciones con los que hacen nuestro teatro, con la dramaturga Bárbara Colio, los actores acudieron al aula magna José Vasconcelos del Centro Nacional de las Artes (Cenart).

En la conversación, Bárbara Colio hizo que los actores rememoraran sus inicios en el teatro, que compartieran ese momento de su vida en el que eligieron ese arte como profesión.

De la física a la actuación

Giménez Cacho recordó que estudiaba física, pero un día acompañó a su novia a unas clases de teatro y así comenzó su aventura en el arte dramático. Gerardo Trejoluna, quien vivía en Guanajuato, comentó que fue en la preparatoria cuando se inscribió en el taller de teatro, luego participó en el montaje de Cuando el tecolote canta, con Luis Martín Solís, que fue como su curso propedéutico antes de ingresar en la Universidad Veracruzana.

El actor y director de proyectos como Safari en Tepito, comentó que con el tiempo ha cambiado su forma de adentrarse en un personaje o en una situación, y que más allá de la concentración, lo que él hace es aprenderse muy bien el diálogo para estar presente en una escena y recibir bien a su compañero. Me gusta recibir la situación, ver de qué me vistieron, nutrirme de lo que me están dando.

Otro aspecto que destacó Giménez Cacho fue la observación del comportamiento humano y mencionó el libro Un actor se prepara, de Constantin Stanislavski, pues, apuntó, el director ruso recomienda al actor salir a la calle y observar cómo se comportan por ejemplo en el transporte público, cómo se visten las personas, cómo tienen las manos. Observar profundamente.

El protagonista de la película Profundo carmesí expresó que hay actores que se instalan en un modo de actuar y no salen de ahí. Nunca he comprendido esto, porque justamente al actuar eres tú la herramienta; usas tu experiencia, lo que eres en ese momento. Creo que si estás conectado y aceptas cómo eres a lo largo de tu vida cambiarás tu modo de actuar.

Respecto la relación con el director, Trejoluna indicó que tanto intérprete como director tienen una responsabilidad. El actor está en escena y al otro le toca ser espectador especializado. Una cosa importante es creer en tu espectador especializado, el director de escena, porque si no, estás fuera de lugar.

A manera de ejemplo, recordó al director Martín Acosta, quien en un montaje les dijo a los actores que ellos debían resolver los problemas que él les ponía, pues el teatro es un juego de estrategias. “Coincido mucho con Acosta, con tratar de resolver lo que me están planteando. Soy muy propositivo y a partir de la obra Sir Ko comencé una nueva etapa como actor de teatro”.

Antes de finalizar el encuentro en torno al mundo escénico, Trejoluna expresó: “El teatro tiene que evolucionar hacia donde uno vea y se quiera comunicar. Dijo que los jóvenes son la evolución del teatro en México.

Giménez Cacho, por su parte, consideró que el complejo de inferioridad de los artistas mexicanos perjudica al arte escénico. El extraño enemigo del país es el sentirse menos, el acomplejarse. Ves una obra, piensas que está chingón y la traes aquí al fin que ellos no han ido a ese país. Hace falta tener contacto contigo y otra vez creer en tu creatividad.