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Vencer a Malak, medallista en Río 2016, me armó de valor, afirma la taekwondoísta

La emoción por debutar en un Mundial superó al pánico y los nervios: Villegas

Indicó que sabe del peso y gran reto que es competir en la división de la olímpica Iridia Salazar

 
Periódico La Jornada
Sábado 8 de julio de 2017, p. a14

La taekwondoísta Fabiola Villegas admite que no sintió pánico como tampoco nervios en su debut mundial. La emoción de cada combate y haber vencido a una medallista olímpica de Río, la egipcia Hedaya Malak, la armó de valor para seguir con vida en la gráfica, donde llegó hasta los octavos de final y quedarse a un paso de la presea.

En Muju, Corea del Sur, se-ñala la deportista de 18 años, me di cuenta que nada es imposible ni lejano para lograr lo que quieres. Fueron (tres) combates que me enseñaron mucho y los disfruté.

Villegas Machorro tiene un año trabajando con la selección mayor. Mantuvo el lugar en los selectivos que participó y en los torneos internacionales, donde venía como una de los mejores prospectos de la categoría juvenil. La joven, de 1.75 metros, estaba encantada de entrenar con los mejores, algunos de experiencia olímpica y mundial.

La representante del Instituto Politécnico Nacional y estudiante de la carrera de mercadoctenia deportiva internacional en la Universidad del Valle de México, calificó de excelente papel, su actuación en el mundial coreano, en la división inferior de los 58 kilogramos.

Habla de su experiencia: “No fue fácil; del primero al último (combate) di lo mejor. A la egipcia, que es medallista (de bronce) en Río de Janeiro, fue una pauta de cómo venía trabajando y cuando la vencí me dije: ‘estoy a la altura y a su nivel’”.

En ese duelo Fabiola ganó por un punto de diferencia (11-12) contra Malak para avanzar a los octavos de final y enfrentar a la portuguesa Joana Cunha, con quien cayó 5-13 e instalarse en las semifinales que le habrían garantizado una presea, la primera en su debut mundial, en una gráfica de 70 competidoras.

“Con la portuguesa falló mi inexperiencia y cometí errores que espero no volver a repetir. Confío en mejorar, tener más torneos para que me den puntos en el ranking mundial. No me desespero”, asume la competidora de la delegación Tláhuac, que vive y entrena en el Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (CNAR).

Consciente del peso que carga en la división de Iridia Salazar, la joven taekwondoísta sueña con ganar medallas. Tiene un doble reto, pues al legado que dejó su antecesora en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y el Mundial de Alemania 2003 en la obtención de dos platas, entrenar al lado de María del Rosario Espinoza es un gran honor, por lo que representa para el deporte mexicano y del mundo, y está dispuesta a mejorar sus logros.

Villegas regresa a los entrenamientos el lunes para seguir adaptándose a los nuevos reglamentos. Es complicado, drástico, más dinámico y exagerado en las amonestaciones. Muchos perdían (en Muju) por descalificación. Hay que trabajar.