15 de julio de 2017     Número 118

Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER

Suplemento Informativo de La Jornada

Organización jornalera en marcha;
salario profesional, contratos colectivos,
atención a mujeres, retos prioritarios

Lourdes Rudiño

La organización gremial de los jornaleros en México comenzó a escribir un capítulo crucial e histórico hace dos años. Lo hizo en principio en Baja California, específicamente en el Valle de San Quintín (VSQ). Allí miles de familias mayoritariamente indígenas y procedentes del sur de la República, y sobre todo de Oaxaca, se han asentado por décadas para trabajar en las cosechas de este Valle y fueron noticia el 17 de marzo de 2015, cuando realizaron un paro laboral para denunciar múltiples injusticias y para decir ¡ya basta!

Meses antes de esa fecha varias agrupaciones de trabajadores del campo habían conformado la Alianza de Organizaciones Nacional, Estatal y Municipal por la Justicia Social y tiempo después, en noviembre de 2015, vio la luz el Sindicato Independiente Nacional Democrático de Jornaleros Agrícolas (SINDJA). Ambas instancias avanzan hoy de la mano con muchos retos agolpándose, pero puestos en prioridad la lucha por un salario profesional; la firma de un primer contrato colectivo empresa-jornaleros, que luego pueda multiplicarse; el crecimiento del número de agremiados, con creación de secciones estatales del SINDJA, y la atención particular de la problemática de las mujeres jornaleras.

Ya la creación de un sindicato independiente es un logro, pues los jornaleros históricamente han estado “representados” por sindicatos blancos, simuladores, de protección patronal; no había una sola agrupación gremial auténticamente conformada por estos trabajadores.

Dice Lorenzo Rodríguez Jiménez, secretario general del SINDJA: El sindicato surgió del movimiento del VSQ de marzo de 2015, cuando miles de jornaleros y jornaleras salieron a las calles a decir ¡ya basta!; a exigir un freno al abuso patronal, que no pagaban un salario suficiente para por lo menos cubrir la canasta básica, y un freno a la negligencia de las dependencias gubernamentales –que no atendían demandas sociales y quejas por despidos injustificados. La Alianza fue la que encabezó el movimiento y después las primeras negociaciones en materia de salario y afiliación al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), aunque su principal logro en ese momento fue evidenciar ante los ojos del mundo las condiciones infrahumanas en que viven los jornaleros del VSQ y del país en general. Después de una caravana por diversos municipios de Baja California y de foros en varios puntos de la República, el 28 de noviembre de 2015 se realizó la asamblea nacional para la constitución del SINDJA.

Dice Fidel Sánchez Gabriel, vocero de la Alianza: Se mantiene viva la Alianza como una asociación civil y junto con el SINDJA está presente en Oaxaca, Morelos, Ciudad de México (Milpa Alta y Xochimilco), Aguascalientes, Guanajuato, Sinaloa y Sonora. “Alianza y SINDJA vamos de la mano. Y queremos conseguir la firma de contratos colectivos para poder cambiar el rumbo de las vidas de cada jornalero y jornalera del país.

La Alianza, según Lorenzo Rodríguez, se aboca a las demandas jornaleras ajenas al tema laboral, por ejemplo, abasto de agua, electrificación, recolección de basura, y entre sus tácticas están las movilizaciones y la toma de dependencias.

El SINDJA, por su parte, ha conseguido logros importantes. Comenta Rodríguez, que luego de la movilización de marzo de 2015, para apaciguar los ánimos el gobierno federal ofreció credencializar a todos los jornaleros en el IMSS y a los tres meses informaron que 26 mil 600 ya estaban afiliados, “pero, una vez que tuvimos nuestro sindicato, nos metimos a investigar a ver si realmente esos trabajadores estaban dados de alta en la plataforma del IMSS. Y era pura simulación. Sí fueron afiliados, sí les recibieron los documentos, les otorgaron sus tarjetas para llevar todo el programa de citas médicas y para acudir en caso de accidente. Pero en realidad no estaban cotizando, cotizaban sólo tres a cuatro días por mes, siendo que ellos laboraban todo el mes. Ha habido una manipulación del sistema del IMSS, lógicamente en complicidad con los empresarios del VSQ.

“Decidimos denunciar esto por la vía legal, jurídica y con movilizaciones. La última movilización grande fue del 4 de marzo de este 2017, cuando hicimos una caravana nacional que recorrió ocho estados. Y ahora sí obtuvimos un logro, con el IMSS, las secretarías de Gobernación y Desarrollo Social y otras dependencias: logramos quitar los pases (un documento no oficial que firma el patrón para autorizar el acceso al servicio del IMSS). Esos pases eran perjudiciales, funcionaron por años con complicidad del IMSS; dado que las oficinas de los patrones están abiertas sólo de 9 de la mañana a 4 de la tarde, los trabajadores no eran atendidos por el Seguro Social fuera de ese horario, se tenía uno que aguantar. Con esos pases, loso patrones podían evadir el pago de las cuotas. Logramos evidenciar eso y ahora, al menos en el VSQ, si un trabajador se enferma va al IMSS como debe ser y lo atienden a cualquier hora, como siempre debió haber sido”.

A fines de junio de 2017 el SINDJA realizó un foro en Celaya, Guanajuato, y una de las resoluciones principales fue precisamente impulsar seguridad social para todos los jornaleros. Lorenzo Rodríguez aclara que este reto debe ser precedido por “nuestra capacidad para organizar a los trabajadores; como SINDJA requerimos el respaldo de los jornaleros de los diversos estados, que participen en manifestaciones y que hagan notar sus demandas”. De otra forma el SINDJA se enfrenta al argumento del gobierno de que otros sindicatos (los de protección patronal) son los que representan el interés de los jornaleros ajenos al VSQ.

Lorenzo Rodríguez señala que el SINDJA y sus secciones (conformadas en las entidades mencionadas arriba) están trabajando “para ir por un salario profesional para jornaleros”. Entre los miembros del SINDJA se comenta que debe ser alrededor de 200 pesos por día, pero la definición precisa ocurrirá este mismo año después de la realización de varios foros regionales, pues las condiciones y el costo de la vida difieren según la región. “Nos interesa primero que haya un salario profesional para jornaleros, general, independientemente de diversas modalidades: destajo, hora, rendimiento, tarea, tipo de cultivo, todo lo cual resulta difícil calcular, eso vendrá luego. Lo primero es que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) dé a conocer el salario profesional, para agarrarlo como base”.

Hoy en el VSQ el jornalero gana entre 150 y 226 pesos por día (luego de que en marzo de 2015 presionó a un aumento de 15 por ciento) pero allí están integradas todas las prestaciones, dice Fidel Sánchez y precisa que las empresas familiares son las que pagan mejor y con horarios menos largos, en comparación con las grandes compañías, varias de ellas aliadas con capital trasnacional, y exportadoras de hortalizas y berries, en su mayoría.

Fidel Sánchez comenta que la Alianza y el SINDJA están en proceso de negociación para un primer contrato colectivo. “En cuanto ocurra, espero que antes de que concluya este año, lo haremos del conocimiento de todos los jornaleros del país y de la prensa […] Contar con un contrato colectivo significa que yo como jornalero pueda recibir mi aguinaldo, vacaciones, pago de prima vacacional reparto de utilidades, reconocimiento de día de descanso obligatorio, días festivos, pago de séptimo día, pago de horas extras, que la empresa me dé de alta en el IMSS”. La intención es que luego del primer contrato colectivo se firmen otros con más empresas.

Para Fidel Sánchez la unidad de los jornaleros es fundamental. “Si estamos aislados, separados, jamás vamos a cambiar la vida de los millones de jornaleros del país. Hace 30 o 40 años el Valle de Sinaloa ocupó el primer lugar en la economía agrícola del país, hoy es el VSQ el que ocupa ese lugar gracias a su producción y exportación de berries (fresas, arándanos, frambuesas). Eso es lo que fortalece la economía agrícola de Ensenada, de Baja California y del país. Entonces nuestro trabajo debe ser valorado. Organizados y con alianzas con agrupaciones de diverso tipo [como las que tienen el SINDJA y la Alianza, tanto nacionales como extranjeras], podremos conseguir que la vida de los jornaleros, las jornaleras y sus hijos sea diferente. Sólo así sacaremos a los niños de los surcos de hile, tomate, berries y mandarlos a la escuela”.

Lorenzo Rodríguez afirma que el tema de las mujeres está presente en las prioridades del SINDJA y de la Alianza. Es un tema muy amplio, que incluye el reconocimiento mencionado en la Ley Federal del Trabajo de que a trabajo igual salario igual. En algunos estados hay mujeres que hacen el mismo trabajo o un poco más y ganan menos que los hombres. Asimismo, incluye discriminación en las oportunidades laborales, acosos laborales y sexuales que sufren a diario las jornaleras. “En los foros que tenemos, las mujeres pueden escuchar a algunas que dan su testimonio y denuncian esos abusos en los campos y se motivan a unirse a la lucha. Nosotros queremos que esto no sólo quede en denuncia sino que las autoridades hagan su trabajo y frenen estos abusos”.

Afirma: “Como trabajadores no tenemos mucho conocimiento sobre nuestros derechos porque muchos venimos de pueblos originarios, sobre todo de los estados más pobres: Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Veracruz, Puebla… y muchas veces no sabemos leer o escribir, pero somos trabajadores de este país y como tales tenemos derechos. Tenemos que hacerlos valer”. De allí la importancia de la organización. “Si no nos unimos, nos vamos a quedar así, guardando nuestro coraje, aguantando las injusticias que vivimos, pero si empezamos a organizarnos y trabajamos y platicamos entre nosotros y buscamos información sobre nuestros derechos, podremos lograr que cada jornalero y cada jornalera haga un cambio en su vida”.

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