Con 2 mil 234 casos de homicidios dolosos (eventos en los que perdieron la vida 2 mil 566 personas), junio pasado se coloca como el mes más violento, en el recuento histórico de incidencia delictiva iniciado en 1997. El foco rojo, en la mira de autoridades y ciudadanos, es el uso cada vez mayor de armas de fuego. En dos décadas se registró un aumento de más de 400 por ciento en este factor.

En 1997, de 16 mil 886 homicidios dolosos, 2 mil 522 se cometieron con arma de fuego (15 por ciento), mientras que en 2016 la relación fue de 20 mil 549 muertes, de las que 12 mil 604 fueron perpetradas con arma de fuego, esto es, 61 por ciento.

En el año en curso se ha recrudecido este factor: de 12 mil 155 casos, prácticamente 8 mil, dos terceras partes, fueron con arma de fuego.

Adicionalmente, si bien hay aumento de asesinatos intencionales en 18 de las 32 entidades, varias de estas registran picos históricos en el bimestre mayo-junio de este año.

Tal es el caso de Baja California (210 muertes de este tipo en un solo mes) y Colima, con 99.

Esta última, con apenas 700 mil habitantes, reportó en junio 78 denuncias de homicidio doloso (hechos en los que perdió la vida casi un centenar de personas) y se mantiene a la cabeza de la tasa más alta del país en este delito considerado grave y de alto impacto. Esa pequeña entidad registra 42.12 asesinatos por cada 100 mil habitantes, mientras que la media nacional es de 9.84.

El gobierno de Colima y las autoridades federales culpan de la situación a una pugna, desde hace dos años, entre los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva generación. En la entidad son comunes ya los hallazgos de cuerpos y narcomensajes.

Situaciones difíciles –y repunte de asesinatos– se viven también en Chiapas, Chihuahua, Nayarit, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tamaulipas y Veracruz. En las dos ultimas hay vuelta a los peores niveles de 2016, de por sí altos y en algunos casos sin precedentes.

De igual forma, hay incremento en secuestros y robos en general, con y sin violencia. La capital del país es una de las principales afectadas por este tipo de agresiones a la ciudadanía.

En cuanto a plagios, las cifras oficiales muestran un aumento de 111 a 124 víctimas, en el periodo mayo-junio, el mayor número de afectados de este delito en el año y del anterior (salvo el repunte de noviembre de 2016).

Las entidades con mayor número de secuestros denunciados en junio son: Veracruz (19), Tabasco (15), estado de México (13), Tamaulipas (11) y Guerrero (11).

En el recuento semestral y nacional, 13 mil 729 personas murieron en episodios violentos e intencionales. En tanto, van 692 víctimas de secuestros de casos atendidos a escala local y 171 casos en el ámbito de responsabilidad de la Procuraduría General de la República.

En cuanto a robos, también hay alza en junio respecto de lo ocurrido en mayo.

Igualmente hay alerta en violaciones sexuales: en mayo fueron denunciados mil 179 casos y en junio mil 222, la cifra más alta desde marzo de 2014, cuando se registraron mil 267.

Hay récord en hurtos a casa habitación perpetrados con violencia (en junio fueron denunciados 602 episodios), lo mismo que robo de vehículos y a transeúntes. Sigue la tendencia alcista igualmente en robos sin violencia. En particular se disparo el robo a autobuses (al pasar de 8 a 21 casos en el bimestre referido).