Política
Ver día anteriorDomingo 23 de julio de 2017Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Un gobierno privatizador y derechista
E

n el artículo del domingo pasado, me refería yo al gran agujero y el sistema que padecemos. El agujero se dio por el sistema político y económico que nos gobierna, y este no es el único que ha mostrado fallas y problemas importantes. Vamos a ver algo más de este caso, de lo que está pasando con él, y a ver también otros casos, otras obras públicas en curso.

En cuanto al gran agujero –que se ve que tardará un buen tiempo en ser rellenado o algo así– seguirá ahí por un buen tiempo. En una primera semana no se ha podido reparar ni el drenaje, dejando a los vecinos que viven en el área, sin agua, y a quienes quieran circular por ahí con una pérdida de tiempo.

Dejará a los vecinos del rumbo sin electricidad, incluyendo la luz, durante el tiempo que se tarde la reparación o reinstalación de esa energía.

La carretera está y estará lenta, se harán grandes colas, para pasar.

En estos días empiezan las vacaciones de muchas escuelas y empresas, y muchos residentes de la Ciudad de México tendrán que hacer colas para el paso hacia la Ciudad de México desde Acapulco y otros lados cercanos a él, y viceversa.

Este desorden afectará a sectores de la región. Dañará a una parte de la población, por falta o retraso de bienes necesarios, por ejemplo, ir en camión, tren o Metro.

El trabajo día y noche con maquinaria pesada está lesionando el sueño de los que viven cerca. Y así en más casos.

Veamos ahora la relación con otros problemas. Las empresas Epccor y Aldesa (o Aldesem), autores del problema, fueron contratadas también para otras construcciones importantes. La primera es mexicana y la segunda, española, y trabajan asociadas en varias obras. Se incluye la construcción de parte del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en su conjunto, incluyendo partes del estado de México.

Está la obra del nuevo aeropuerto en el estado de México, ya ha causado muchos conflictos, pues incluye zonas habitadas y de comercio. Ha habido en el área elegida movimientos de la población, que defienden sus tierras y sus viviendas y no aceptan el despojo. No se han cumplido los plazos contratados. Hay conflictos con grupos de residentes, algunos de los cuales han sido agredidos por las autoridades.

Otras obras están a cargo de estas compañías. Varias fueron contratadas en Puebla por el anterior gobernador, ahora acusado de violar las leyes.

La Auditoría Superior de la Federación les detectó numerosas faltas en la obra del nuevo aeropuerto. Llama la atención que por falta de dinero en el gobierno federal, haya cancelado otras obras con utilidad social, pero siga adelante con el nuevo aeropuerto, del interés de sectores con mayor nivel de vida. Para éstos no hay crisis, para la mayoría de la población sí, que se amuelen.

Estas dos compañías aliadas también están trabajando en la ampliación de la vía de La Pera a Cuautla, y ya hay solicitudes de que sea cancelada.

Este tipo de empresas ha sido favorecido por obras como construcciones de edificios altos y demás, que han tenido oposición de los afectados por ellas. Pero los funcionarios se han ganado sus mordidas. Se habla mucho sobre leyes contra la corrupción, pero sin mucha prisa. Se va el ciclo de funcionamiento de las Cámaras de Diputados y Senadores, y se acaba el periodo sin nada de esto aprobado.

Cuando los gobiernos mexicanos dirigían un país con un sector estatal firme y creciente, con una economía que le permitía un crecimiento promedio de 6 por ciento, aproximadamente, de 1940 a 1982, era más fácil tener obras, con el apoyo, por ejemplo, de que Pemex creciera y por lo mismo tuviera cada vez más construcciones y equipo de trabajo.

Todavía después, por ejemplo, podía Pemex completar una de sus refinerías, creando más empleos y fortaleciendo a la nación. Y los fabricantes privados podían suministrarle muchos tipos de piezas o de elementos en general. En este periodo, hubo años con aumento del valor real del salario mínimo, todo esto sin olvidar hechos negativos en algunos de esos años, tan evidentes como la entrega petrolera en 1952 con Miguel Alemán, y las matanzas en 1968 y después, en contra de los movimientos estudiantil y popular.

Desde hace tiempo vivimos otro régimen, con la derecha del PRI y del PAN. Y ya tenemos a la vista los resultados, tal vez apenas el principio de los resultados.