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Es el último eslabón de la gran dinastía de la dramaturgia estadunidense

Murió Sam Shepard; retrató el lado oscuro del sueño americano

Después de Tennesee Williams es el autor más representado en su país natal

El ganador del premio Pulitzer 1979, por su obra Buried Child, figura en una estirpe de autores clásicos integrada por Arthur Miller, Edward Albee, Eugene O’Neill y William Saroyan

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En su faceta de actor Sam Shepard fue nominado a un Óscar por su papel secundario en el filme Los elegidos de la gloria, 1983. En la imagen, el 29 de septiembre de 2011, en Nueva YorkFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Martes 1º de agosto de 2017, p. 4

Nueva York.

El dramaturgo y actor Sam Shepard, último exponente de la gran dinastía del teatro estadunidense, murió el pasado jueves a los 73 años debido a complicaciones de una esclerosis lateral amiotrófica, informó ayer el portavoz de la familia.

Después de su coterráneo Tennessee Williams (1911-1983), el ganador del Pulitzer en 1979 es el autor más representado en ese país.

Quien retrató el lado oscuro del sueño americano figura al lado de Williams, Arthur Miller (1915-2015), Edward Albee (1928-2016), Eugene O’Neill (1888-1953) y William Saroyan (1908-1981).

Shepard falleció en su rancho de Kentucky, dijo Chris Boneau en un comunicado.

Estaba con sus familiares en el momento de su muerte, añadió el vocero, quien pidió respetar la privacidad de la familia.

Los preparativos para el funeral son privados y todavía no hay planes para rendirle un homenaje público, expresó Boneau.

Shepard escribió 44 obras de teatro, libros de cuentos cortos, ensayos y memorias. También fue nominado a un Óscar como actor secundario por el filme The Right Stuff (Los elegidos de la gloria, 1983) y ganó un Pulitzer a la mejor obra teatral en 1979 por su obra Buried Child.

Fue coguionista del filme de Wim Wenders Paris, Texas, que ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes en 1984.

Uno de sus papeles más recientes fue en la serie de Netflix, Bloodline.

Incuestionable legado en el teatro estadunidense

Sus poéticas obras están pobladas por personajes en los márgenes de la sociedad y cuentan el lado más oscuro del sueño americano, a veces con dosis de surrealismo y de humor.

En mi opinión, el tiempo dirá que fue una de las voces más significativas de Estados Unidos, que contó la historia de Estados Unidos con una profunda percepción y con un oído para la expresión de nuestras esperanzas y miedos más profundos, dijo Gary Grant, académico experto en Shepard que ha dirigido varias de sus obras.

La organización PEN América, que le otorgó el premio teatral PEN/Laura Pels International Foundation en 2009, aseguró ayer que el legado de Sam Shepard en el teatro estadunidense es incuestionable.

Nacido el 5 de noviembre de 1943 en Illinois, Shepard tuvo una vida bastante nómada, mudándose de una base castrense a otra porque su padre era militar y ex piloto de la Segunda Guerra Mundial. Su madre era profesora.

Finalmente se graduó de un liceo en Duarte, California, donde ya escribía poesía y actuaba, además de trabajar en un establo y en una estancia con caballos.

Comenzó a estudiar agricultura en la universidad, pero abandonó los estudios para unirse a un grupo teatral itinerante y llegó a Nueva York en los albores de los años 60, donde comenzó a escribir obras de teatro.

Shepard enseñó escritura de guiones teatrales en universidades, talleres, festivales y seminarios. Fue electo a la Academia Estadunidense de Artes y Letras en 1986.

Surrealismo, humor negro y personajes marginales

Las obras de teatro de Shepard –de las que escribió más de 40– eran famosas por su atmósfera sombría. En ellas combinaba elementos surrealistas con humor negro y personajes marginales de la sociedad estadunidense. También escribió varios libros de cuentos cortos, ensayos y sus memorias. La revista New York lo describió alguna vez como el más grande dramaturgo estadunidense de su generación.

Quien buscaba contactarse con Shepard a través de su web recibía una negativa digital. No tengo ordenador. No tengo Internet. No tengo e-mail. No tengo ninguna de esas mierdas, dice escuetamente en su página web cuando se hace clic en e-mail. A Shepard, quien gustaba de interpretar en la vida real al outsider, el mismo personaje que solía retratar en sus obras de teatro, se convirtió en el autor de teatro estadunidense más representado después de Tennessee Williams.

Shepard, quien según decía jamás tuvo intención de transformarse en una estrella del cine para no perder su credibilidad de autor, sin embargo aceptó participar en producciones de Hollywood, como The Pelican Brief, Swordfish y Stealth.

Nunca hice grandes esfuerzos para hacer esto del cine, aseguró Shepard en una entrevista. Me considero un escritor.

Shepard, cuyo nombre era Samuel Shepard Rogers Jr, escribió más de 40 obras de teatro. También incursionó en la música, siendo el baterista en los años 60 del siglo pasado de la banda de folk The Holy Modal Rounders, viviendo con Patti Smith, quien colaboró con él en la obra Cowboy Mouth, y escribiendo la canción Brownsville Girl con Bob Dylan.

Deja tres hijos, uno de su primera esposa, O-Lan Jones, Jesse; y dos de su ex pareja y famosa actriz Jessica Lange, Hannah y Walker.