Hay una gran cantidad de adultos mayores que se quejan de maltrato, sobre todo en sus familias, y de que les quitan sus tarjetas, por lo que se requiere una instancia donde puedan hacer valer sus derechos, señaló Aracely Escalante, titular del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam).

Durante la presentación del Mes de la juventud y del adulto mayor, en el contexto de los 25 años de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), sostuvo que hay entre 18 mil y 20 mil ancianos que trabajan ocho horas y con prestaciones de ley: parecía imposible, pero se han generado fuentes de empleo para ellos.

Hasta 2014, 45.9 por ciento (4.2 millones) de la población de 65 años y más estaba en situación de pobreza, y de ellos, 8.5 por ciento en pobreza extrema; 60.7 tenía rezago educativo, 13.1 carencia de acceso a servicios de salud y 13.1 no contaba con seguridad social, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Entrevistada durante la inauguración de la feria de servicios Familia Sedesol, Escalante señaló que en la familia el adulto mayor sufre más vejación. Se requiere un cambio en la ley para que tenga adónde ir a quejarse. Generalmente no quiere denunciar porque dice: para qué denuncio si no me van a atender. Y luego llega a su casa y lo sacan, lo mandan a un albergue o asilo.

Mencionó que se debe crear un área jurídica que haga valer los derechos del adulto mayor; no importa que le toque al siguiente sexenio. Detalló que hay figuras de este tipo en Sonora, Sinaloa y Nuevo León.

Durante el acto, un grupo de trabajadores del Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve) se manifestó en demanda del cumplimiento de sus condiciones labores, mientras el titular de ese organismo, José Manuel Romero, afirmó que sí se están acatando, pero reconoció como válido que esperen que se mejoren, pero demandan un incremento por encima de lo que autoriza la Secretaría de Hacienda, dijo.

Consideró que la recuperación de espacios públicos para los jóvenes, dar oportunidades educativas y apoyos institucionales es fundamental para evitar que caigan en la delincuencia: hay que brindarles otras opciones, que no sea el crimen organizado esa puerta fácil donde pueden engancharse, ya que el resultado es bastante crítico: es la cárcel o la vida.