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La dependencia comercial respecto de EU es una de las causas, opina Arturo Huerta

Experto: imposible para México, imponer condiciones en la renegociación del TLCAN
 
Periódico La Jornada
Martes 15 de agosto de 2017, p. 15

México no tiene capacidad para imponer los términos de la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), entre otras razones por la dependencia comercial que tiene respecto de Estados Unidos, advirtió Arturo Huerta González, profesor de posgrado de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Señaló que la delegación mexicana tampoco podrá incidir en los temas fundamentales, como las reglas de origen, pues el país carece de una política industrial, a diferencia de Estados Unidos, que querrá ir a la negociación sobre este asunto para defender sus productos y aumentar sus ­exportaciones.

El especialista participó ayer en una conferencia organizada por el senador Manuel Barttlet (PT) con motivo del inicio de las renegociaciones del TLCAN, a partir de este miércoles en Washington. Advirtió sobre la pretensión del gobierno de Donald Trump de imponer su criterio respecto de la cláusula cambiaria, a fin de eliminar la posibilidad de que sus socios comerciales, principalmente México, utilicen el tipo de cambio de su moneda como política para aumentar su competitividad y el crecimiento.

Esta medida es la que en diversas ocasiones ha utilizado el gobierno para disminuir el déficit del comercio exterior. Si esto se elimina, subrayó, Huerta González, nos espera recesión económica y mayor desempleo.

Huerta González es autor del libro El ocaso de la globalización, donde también aborda el tema de la negociación del TLCAN y subraya que, sin importar la lista de demandas que lleve México, a Estados Unidos le interesa imponer concesiones sin dar nada a cambio y menos si se trata de algo que afecte su desarrollo industrial y generación de empleo.

Menciona, por ejemplo, que si se elevan las tarifas a las importaciones de autos ensamblados en México, tendría que ofrecer medidas compensatorias, pero el gobierno mexicano carece de condiciones para imponer cosas a su favor.

Consideró que sería un error ceder en el área industrial a cambio de obtener algún supuesto beneficio para el sector agrícola, porque ello sería seguir condenándonos al subdesarrollo.

En otra conferencia efectuada casi de manera simultánea en otro salón del Senado, los priistas Marcela Guerra y José Ascención Orihuela, presidentes de las comisiones de Relaciones Exteriores y de Fomento Económico, respectivamente, plantearon un panorama distinto; de hecho, alentador.

Orihuela comentó que nuestro país es un gran competidor en el sector agropecuario. Somos superavitarios y podemos competir en condiciones de equidad en cualquier lugar del mundo. Aunque luego reconoció que hay distintos niveles de productores. Algunos requieren de apoyos como subsidios, apoyos de infraestructura o créditos” para poder competir a escala internacional.

No obstante, dijo, el sector es una empresa para diversos productos como la sandía, el aguacate y las fresas.

Ambos legisladores forman parte del grupo de senadores que acompañarán a la Secretaría de Economía en la negociación del acuerdo comercial. Marcela Guerra planteó que pugnarán por que los trabajadores tengan salarios más justos y capacitación para la labor que desempeñan.

Señaló que se rechazará toda pretensión que implique un retroceso en cualquier conquista obtenida a lo largo de los 23 años de vigencia del TLCAN.