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Anuncian nueva etapa; será administrada por la Secretaría de Cultura de la CDMX

Relanzan la Casa Refugio Citlaltépetl; acogerá a periodistas, artistas y pensadores

Derechos humanos, migraciones y libertad de expresión determinarán el quehacer del recinto

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Vicente Rojo, Bárbara Jacobs y Blanche Petrich, en primer plano, ayer, en la Casa Refugio Citlaltépetl, recinto que amplía su cobertura a más autores amenazados en su vida y libertad de expresiónFoto Guillermo Sologuren
 
Periódico La Jornada
Miércoles 16 de agosto de 2017, p. 6

Los derechos humanos, las migraciones y la libertad de expresión son los ejes que determinarán el quehacer de la Casa Refugio Citlaltépetl, en una nueva etapa en la que será administrada por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México (CDMX), mediante los preceptos de un consejo asesor y la dirección de Daniela Flores Serrano, se anunció en conferencia de prensa.

Además, la apertura ya no será solamente para escritores y poetas, sino que se amplía a periodistas, artistas y pensadores, ya sean extranjeros o mexicanos.

La vocación y persistencia del periodista Javier Valdez, al cumplirse tres meses de su asesinato en Sinaloa, fueron recordadas por Blanche Petrich, quien forma parte del grupo de pensadores que impulsará el trabajo de la casa en defensa de la palabra. Junto con ella, también participan en el consejo asesor Juan Villoro, Vicente Rojo, Bárbara Jacobs, Marta Durán de Huerta y Carmen Boullosa. Una casa como ésta lo aguardaba en Lima y Buenos Aires. Ya no alcanzó a llegar, dijo Petrich, reportera de La Jornada.

Refrendan compromiso

En 1999, como jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, Cuauhtémoc Cárdenas fue uno de los impulsores de la apertura de este espacio en la colonia Hipódromo Condesa, con la finalidad de recibir y hospedar a escritores en situación de amenaza, perseguidos y obligados a abandonar su país de origen.

En ese entonces, el autor indo-británico Salman Rushdie y el Nobel portugués José Saramago fueron partícipes del inicio de labores. Detrás del acontecimiento estaban los intelectuales Alejandro Aura, Álvaro Mutis, Carlos Monsiváis, Augusto Monterroso, José Emilio Pacheco y la entusiasta Carmen Boullosa.

El escritor Juan Villoro señaló que la casa refugio surgió en un momento en el que México podía sentir que la inteligencia y las palabras estaban fundamentalmente amenazadas en otras latitudes. Hoy no necesitamos viajar para conocer la guerra. Reporteros Sin Fronteras ha vuelto a colocar a México en primer lugar como país que amenaza a los periodistas, Artículo 19 registró el año pasado más de 400 agresiones de diverso tipo a los periodistas mexicanos.

Afirmó que estamos en una situación muy compleja en la cual el gobierno federal en lugar de proteger a los informadores se dedica a espiarlos. En estas situaciones intolerables la casa refugio tiene que replantear sus circunstancias, es una casa que debe defender la libertad de expresión, a los informadores no solamente en el extranjero, sino en México. Además, enfrentamos la política agraviante de Donald Trump.

En esta nueva situación, expresó Villoro, el desafío mayor consiste en atender los problemas cercanos, la casa se refuerza y se explica a sí misma adaptándose a esta realidad terrible, que veíamos lejos, pero se ha vuelto próxima y debemos enfrentar.

Durante su participación, Cuauhtémoc Cárdenas celebró que en este relanzamiento se continúe con el objetivo inicial de acoger a escritores perseguidos en otras partes, pero también que amplíe sus actividades en la defensa de los derechos humanos, en el sentido más amplio, y la protección de los migrantes que hoy constituye uno de los problemas más graves que enfrentamos en nuestro país y donde son escasas las muestras de solidaridad con este flujo que llega principalmente de nuestros países hermanos del sur.

Eduardo Vázquez, titular de Cultura del Gobierno de la Ciudad de México, refrendó el compromiso con este edificio que resguarda una cultura de la solidaridad y de hacer una ciudad refugio, historia unida al apellido Cárdenas. Una ciudad abierta a quienes por sus razones políticas, ideológicas, históricas, por la violencia y la intolerancia requieren un espacio para continuar su vida y su obra, dijo el funcionario.

Tenemos que renovarla. En 1999 apenas se estaban apagando algunos de los cañones de las guerras balcánicas. Ha cambiado mucho el mundo, la violencia se ha multiplicado y nuestro país se ha convertido en un escenario bélico con más de cien mil muertos, cerca de 30 mil desaparecidos, 300 mil desplazados, en una crisis humanitaria que este lugar tiene que actualizar sus programas y proyectos mirando estas nuevas realidades.