Las universidades tienen el enorme reto de ayudar a la sociedad y al hombre de hoy a enfrentar un escenario impregnado por el mercado, los prejuicios y los constantes y acelerados cambios que se registran a escala global.

Así lo expresó Daniel Hernández Ruipérez, rector de la Universidad de Salamanca, España, al señalar en entrevista que nunca como ahora, las casas de estudio, pero esencialmente las públicas, están llamadas a caminar por el sendero del humanismo y difundirlo abiertamente, en busca siempre de formar hombres y mujeres comprometidos con la sociedad, y con valores como tolerancia, democracia, libre intercambio de ideas, pensamiento crítico y siempre respetuosos de los demás.

Hernández Ruipérez cumple su segundo periodo de rectorado al frente de la institución salmantina, la más antigua de habla hispana, que en 2018 cumple 800 años. Es considerada el alma mater de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

De visita al país, al ser su casa de estudios la invitada de honor en la primera edición de la Feria Internacional del Libro Universitario (Filuni), organizada por la UNAM, Hernández Ruipérez destacó que desde el principio de sus días, las universidades han sido instituciones dedicadas fundamentalmente a la creación y transmisión del conocimiento.

Pero ahora, más recientemente –añadió– se ha dado también a la mejora del entorno social en el que se mueve, a lo que se ha llamado la tercera misión, la cual consiste en colaborar con la transferencia del conocimiento a los sectores productivos con el fin de mejorar la vida de las personas, y de esa forma devolver a la sociedad lo que de ella recibe.

Durante la entrevista, realizada en el local asignado a la Universidad de Salamanca, en el Centro de Exposiciones de la UNAM, el rector Hernández Ruipérez insistió en que no somos islas en nosotros mismos, no sólo tenemos que mirarnos a nosotros; hay que procurar ayudar a la sociedad, que es a la que nos debemos.

Daniel Hernández Ruipérez, rector de la Universidad de Salamanca, indicó que las casas de estudio transitan por la llamada tercera misión, la cual consiste en colaborar con la transferencia del conocimiento a los sectores productivos con el fin de mejorar la vida de las personas y devolver a la sociedad lo que de ella recibenFoto Guillermo Sologuren

Advirtió que uno de los retos fundamentales de las universidades es formar, en medio de este mundo cada vez más cambiante, personas capaces de adaptarse a esas modificaciones que se seguirán dando en el futuro, pero que sean también buenos ciudadanos, responsables, críticos y comprometidos en la construcción de una sociedad más justa, más humana.

Descartó que esas instituciones se hayan olvidado del humanismo, aunque aceptó que posiblemente en los tiempos recientes se ha hecho demasiado énfasis en los aspectos del conocimiento más directamente aplicados al momento concreto. Sin embargo, señaló que sí se tiene una idea clara del tipo de ciudadanos que se pretende formar en las aulas y recintos universitarios.

Aunque el rector Hernández evadió hablar sobre el tema de la inversión que en México y América Latina se destina a la educación superior, indicó que en España estos recursos no son los suficientes y hace falta un mayor esfuerzo. Una situación así, creo, podría repetirse en algunas naciones de la región.

Resaltó que incrementar el porcentaje de la riqueza de un país a la educación, también tiene que implicar cambios profundos en los mecanismos de la gestión y gobernanza de los sistemas universitarios. Al menos en el caso de España necesitan urgentemente una actualización y también podría ser el caso de algunos países latinoamericanos, expresó.

Desde su visión, estos cambios implican contar con mecanismos que le permitan a las universidades rendir cuentas a la sociedad de lo que recibe de ella.