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El dinamismo obedece al desempeño del sector de servicios, indica

Bancomer eleva de 1.6 a 2.2% previsión de crecimiento del PIB para este año
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Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA Bancomer, durante la presentación del informe Situación México, de la institución financieraFoto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Viernes 25 de agosto de 2017, p. 29

Un mejor desempeño del sector de servicios, que aporta dos terceras partes del valor de la economía, llevó a BBVA Bancomer a elevar de 1.6 a 2.2 por ciento su previsión de crecimiento del producto interno bruto (PIB) este año. El mayor intermediario financiero del país advirtió de una desaceleración en el ritmo de consumo interno, provocado principalmente por el deterioro en el poder de compra de los salarios a causa de la inflación, que también afectó la actividad manufacturera.

El mayor dinamismo de la economía obedece principalmente al desempeño del sector de los servicios –donde se incluye la actividad financiera, comercio, telecomunicaciones y turismo, entre otros– y el crecimiento de las exportaciones, explicó ayer Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA Bancomer.

El desempeño de los servicios compensó la evolución de la actividad industrial, que se mantiene estancada, en parte por la caída en la capacidad de compra de los salarios, expuso, al presentar el informe Situación México.

Anticipa debilidad en la segunda mitad de 2017

Pese al dinamismo observado en la primera mitad del año, que superó las previsiones de enero, Carlos Serrano anticipó una moderación en la actividad en el segundo semestre, provocada por una desaceleración en el consumo interno.

Lo que ocurre es que la inflación resta al poder adquisitivo de las familias. Habíamos tenido este indicador bajo en 2015 y 2016 (cuando se reportó el menor registro histórico, de 2.3 por ciento anual) y eso hacía que los salarios reales crecieran, lo que dinamizaba el consumo, apuntó.

Hoy ocurre lo contrario: al aumentar la inflación caen los salarios reales y eso incide en el consumo. Esto será temporal, pero repercutirá en la segunda mitad del año, añadió.

Una segunda razón que provocará una moderación del crecimiento de la economía en lo que resta del año, explicó Serrano, es que la inversión mantiene tasas negativas de crecimiento, sobre todo por los ajustes en el gasto gubernamental, que ha afectado la construcción de obra pública.

Con todo esto, diría que la economía mexicana ha sido más resistente de lo que se esperaba. El sector servicios resistió bien y la incertidumbre generada por la elección en Estados Unidos se diluyó rápido, resaltó.

Mantener el ajuste al gasto, aun en año de elecciones

En 2017, y por primera vez en una década, disminuirá el monto de la deuda pública como proporción del tamaño de la economía, anticipó Serrano.

Al cierre de este año, el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público (SHRFSP), la medida más amplia del endeudamiento público, se ubicará en un monto equivalente a 48 por ciento del producto interno bruto, 2.1 puntos porcentuales menos que en 2016, anticipó.

La reducción en el monto de la deuda, cuyo crecimiento provocó cambios en la perspectiva de calificación de las obligaciones del sector público, es el resultado del proceso de consolidación fiscal emprendido por el gobierno federal mediante esfuerzos por elevar la recaudación y reducir el gasto, expuso.

Explicó que no existe un monto que se considere apropiado de endeudamiento del sector público. En el caso de México, agregó, lo que llamó la atención de analistas y agencias calificadoras fue el ritmo a que creció en los años recientes.

De acuerdo con datos oficiales, en los pasados siete años la deuda pública se incrementó en 12 puntos porcentuales del PIB.

Sería bueno bajar el nivel de la deuda a menos de 40 por ciento del producto interno bruto para que hubiera margen de maniobra en caso de choques externos. Eso podría mejorar la calificación del adeudo del gobierno y las condiciones de financiamiento, añadió.

En este sentido, consideró fundamental que en el paquete económico para 2018, que el gobierno federal presentará al Congreso el 8 de septiembre, se mantenga la decisión de generar un superávit primario, es decir, que los ingresos fiscales sean mayores a los gastos, antes de descontar el pago de intereses de la deuda.

Tradicionalmente en años de elección presidencial, como 2018, el gobierno federal incrementa el gasto público. Es fundamental que esto no ocurra, enfatizó.