En Ciudad de México (CDMX) existen 7 mil 500 automóviles por cada policía de tránsito, lo que hace compleja la ta-rea de garantizar cada día la movilidad y la seguridad tanto para los vehículos como para los transeúntes, aseguró Fernando Alejandro Martínez Badillo, subsecretario de Control de Tránsito, de la Secretaría de Seguridad Pública de esta ciudad (SSP-CDMX).

Remarcó que por las calles y avenidas de esta entidad circulan a diario de 5 a 7 millones de unidades automotrices, y transitan 20 millones de personas, tanto de esta capital como de los municipios conurbados.

“A todos ellos –dijo– debemos darles condiciones para que se muevan y lleguen a escuelas, negocios, casas, adonde vayan... hacemos el mayor de los esfuerzos y es un reto nada fácil.”

En entrevista con La Jornada, destacó que el padrón vehicular en esta ciudad es cercano a 5 millones de unidades matriculadas; con base en esta cifra corresponderían 4 mil autos por cada policía de tránsito, pero si se les suman los alrededor de 2 millones que provienen de otras entidades, sobre todo del estado de México, la cantidad es de casi 7 millones, y entonces el promedio es de 7 mil a 7 mil 500 vehículos por policía.

Frente a tal escenario, Martínez Badillo remarcó que los tres retos fundamentales cotidianos son: garantizar movilidad a ese universo vehicular y peatonal; generar las condiciones para que eso lo hagan con la mayor seguridad vial, y por último socializar entre los conductores que la solución a la congestión vial no depende sólo de las autoridades, sino también de los ciudadanos.

En la capital –subrayó– ya no puede crecer más el parque vehicular, no se puede seguir haciendo segundos o terceros pisos, porque no es la solución; debemos seguir trabajando en hacer conciencia sobre el tamaño del problema, que los automovilistas entiendan, por ejemplo, que pueden compartir su vehículo, usar más el transporte público, trasladarse en bicicleta o conocer el reglamento de tránsito, y con eso se despresurizaría buena parte del problema.

El subsecretario hizo énfasis en que hay, en promedio, 1.3 personas por cada vehículo particular que circula, y entre 25 y 30 por ciento de los viajes en la capital se hacen en autos privados, y ese reducido porcentaje es el que nos está llenando la ciudad de un tráfico espantoso en las mañanas, tardes y noches.

Si seguimos utilizando el vehículo de manera indiscriminada –sentenció– no nos vamos a poder mover.

–¿Si no se entiende esto?

–Pues nosotros seguiremos, como es a diario, haciendo el mayor esfuerzo para garantizar la movilidad y la seguridad vial, y que haya consciencia, no podemos negar a la gente su derecho a comprarse un coche.