Opinión
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Ciudad Perdida

Renuncias al PRD

Los riesgos del frente

La encuesta de Morena

T

al como adelantamos en este espacio, el bejaranismo en pleno, Dolores y René a la cabeza, salieron del PRD, y aunque Víctor Hugo Romo –diputado local y ex delegado en Miguel Hidalgo– no deja a los amarillos, decidió, por la vía del hecho, dar un paso fuera de esa organización al firmar el acuerdo de apoyo para Andrés Manuel López Obrador.

Podríamos decir que desde el principio del año, cuando se empezó a hablar de una posible alianza PRD-PAN, algunos diputados, principalmente locales, interpretaron el arrejunte malévolo como una deslealtad a los principios perredistas, a la izquierda en general y a la idea con la que se construyó esa organización política.

Esa lectura hablaba de una extensión del Pacto por México –que tantas desgracias ha traído al país– y lo consideraban como una estrategia de lucha en contra de Andrés Manuel López Obrador solamente, y no como una forma de acceder al poder desde la plataforma política del partido.

Desde entonces se dieron voces, como la de Jesús Valencia, que aun con los temores de no ser aceptado en Morena, ya marcaba su necesaria separación del grupo amarillo. Y con él otros diputados sostenían que ya no había forma de salvar al PRD de una sonora derrota en las elecciones que vienen.

Ahora fue Víctor Hugo Romo, quien poco después, quizá en febrero, empezaba a mirar con alarma los pasos del PRD y se negaba a acompañar la alianza. Y si bien esas separaciones son de importancia, la salida de Dolores Padierna y René Bejarano le quita una pata al partido.

Como habíamos comentado alguna vez en este espacio, una de las formas ya conocidas del actuar de quienes se formaron en aquel PST de Rafael Aguilar Talamantes, que sólo servía a los intereses priístas con la bandera de la izquierda, ha llevado al PRD a lo que con ellos se llamó partido satélite; es decir, un organismo político sin convicción ni ideales, dispuesto a sumarse a la mejor oferta.

De cualquier forma, dentro de las filas amarillas aún hay quienes se resisten a creer que la izquierda pueda tener algún vértice de acuerdo con el PAN, sobre todo cuando el supuesto conocido es que el PAN iría con el PRD para tener un candidato en la ciudad, y el PRD se pondría al servicio de los azules para mandar, en conjunto, un candidato de la derecha a la Presidencia de la República.

Un esquema así, que es el que buscan los chuchos, y con el cual han convencido a los panistas, dejaría fuera de la carrera por la Presidencia al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera. Hay quienes aseguran que será una encuesta la que señale al candidato del FAD, pero el acuerdo con el que han transitado panistas y chuchos es ese: echar a Miguel Ángel Mancera y privilegiar a la derecha.

Pero todo eso no importa, hoy se firmará ante las autoridades electorales el acuerdo por el que nace el FAD, y con él se sellará el destino del PRD. Lástima.

De pasadita

Con mucho cuidado se deberá atender la casi segura candidatura de Claudia Sheinbaum a la jefatura de Gobierno de la ciudad, porque la tan llevada y traída encuesta de Morena sólo le da 15.9 por ciento de votos favorables, y con ese porcentaje no espanta a nadie. Si bien es cierto que tumbó a Monreal y a los otros aspirantes, también lo es que el nivel de gente que no votaría por ella y por ninguno de los inscritos, según la encuesta, es de 22 por ciento, eso sin tomar en cuenta que más de 30 por ciento manifestó no conocerlos. Esa verdad la dan los números de la encuesta que tanto se critica, y desde ya, cuando menos en Morena, habría que echarle un ojo, otra vez.