Sociedad y Justicia
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Las lluvias son fuertes pero no anormales, aseguran expertos en atmósfera

Las severas inundaciones, a causa del crecimiento absurdo de la ciudad

Los problemas son aglomeración urbana, incremento de pavimento y reducción de espacios para recarga de acuíferos

Cada vez son menos las áreas verdes y más las zonas impermeables

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Tras la intensa lluvia de la tarde del 29 de junio de este año en Ciudad de México, la avenida de los Insurgentes Norte se inundó, a la altura del paradero del Metro Indios VerdesFoto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Miércoles 6 de septiembre de 2017, p. 34

Aunque las lluvias en Ciudad de México no reportan un comportamiento anormal respecto de su cantidad histórica, la aglomeración urbana, el incremento de superficie pavimentada y la reducción de espacios para la recarga de los acuíferos constituyen las causas de las inundaciones en la capital del país, señalaron David K. Adams y Elda Luyando López, investigadores del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Estas condiciones, advirtieron, han hecho que en la actualidad las lluvias se presenten como eventos más cortos y de mayor intensidad, muy posiblemente generados por la urbanización de la ciudad.

En conferencia de prensa, los especialistas señalaron que hasta ahora los datos estadísticos con los que se cuenta no permiten asegurar que hoy existan mayores precipitaciones pluviales que las del pasado en todo el país, incluyendo Ciudad de México. Las lluvias de los días recientes, aunque fuertes, no son atípicas, debido a la temporada normal de precipitaciones en el país y en la capital, aseveraron.

Luyando López resaltó que son innegables las señales de extrema urbanización en la capital mexicana, pues cada vez son menos las áreas verdes y más las zonas impermeables. El problema de fondo es la manera en que ha crecido la ciudad, por lo que este agua que se precipita, en lugar de infiltrarse, se escurre por la calle, llega a las alcantarillas, (que) muchas veces se encuentra con basura, y la zona se inunda. O bien, si no hay basura, llega a las alcantarillas y puede rebasar la capacidad del drenaje.

Los aztecas también se anegaban

Además, destacó que desde mediados del siglo pasado la urbe creció de manera desmedida y las zonas que eran de conservación y de infiltración de agua se cubrieron de pavimento y de cemento y se habitaron. Pero, agregó, desde la época de los aztecas estaban presentes estos problemas de tormentas e inundaciones.

En tanto, Adams remarcó que este tipo de precipitaciones continuará aunque la mancha urbana no influyera en su magnitud o no existiera el calentamiento global. No son anormales; tienen más relación con el crecimiento tan absurdo que ha tenido la ciudad desde hace mucho tiempo.

Finalmente, Luyando López recordó que el lugar donde se fundó Ciudad de México era lacustre. Esos lagos fueron drenados para evitar inundaciones y dar paso a asentamientos humanos, pero el agua tiene memoria. Hasta ahora no ha regresado porque la estamos deteniendo con bombeo y con vasos reguladores en las montañas, para que esto no se inunde, añadió.